Si nos atenemos a los datos de este 2023 del MIR, Medicina Familiar y Comunitaria es la rama que menos interés genera entre los jóvenes españoles que aspiran a convertirse en médicos. Se trata, concretamente, de la única especialidad que no ha agotado todas sus vacantes, si bien es cierto que también es la que más plazas oferta cada año. Sin embargo,a pesar de estas cifras negativas, también es una de las especialidades más vocacionales por parte de todos aquellos que deciden dedicarse a la medicina, ya que es la que más contacto genera con el paciente y la que en muchos casos convive con él en el día a día.
Ana Gómez (Zaragoza, 1998) es una de las 2.352 personas que han obtenido este año plaza MIR en Medicina Familiar y Comunitaria, y que, como otros tantos en España y en el mundo, celebra hoy 19 de mayo su día mundial. “A lo largo de toda la carrera fui viendo las especialidades por separado, y al final, cuando hice el MIR, me di cuenta de que lo que me gustaba era la medicina desde un punto de vista más general: Conocer al paciente, saber su nombre, qué tal está, preocuparme por su vida, hacer un poco de psicólogo…. Muchas veces sientes que les ayudas más con contacto que con otras cosas más específicas”, explica Ana, que el próximo lunes 22 de mayo comenzará su residencia en el Hospital Miguel Servet de la capital aragonesa.
Las condiciones de esa atención primaria a la que aspira Ana son motivo de queja y de reivindicaciones día sí y día también por parte de los profesionales, algo de lo que la joven zaragozana era consciente cuando decidió meterse en esta especialidad: “Eso es cierto, pero también creo y confío en que, si de aquí a unos años tienen que mejorar algo, van a ser las condiciones de los médicos de familia, porque somos la puerta de entrada de los pacientes”. “Los que la escogemos somos los que no tenemos miedo a eso, y yo sinceramente creo que mucha gente estaría dispuesta a coger Medicina de Familia si estuviese más valorado. O mejoran eso o todo se va a colapsar”, advierte.
Muchas amigas han dado prioridad a que sea un buen hospital y que esté en una ciudad cómoda que a la especialidad en sí
Dentro del MIR, también son muchas las organizaciones que se quejan del sistema de elección de plaza online impuesto por el Ministerio de Sanidad desde el año 2020, calificándolo más de “adjudicación” que de elección y criticando que se hace “a ciegas” al no poder ver a tiempo real las plazas que se van agotando. Ana, sin embargo, no lo encuentra tan confuso. “Sinceramente, yo creo que era más a ciegas antes. Ahora, en tres horas del día, te simulan la primera plaza disponible que hay entre tu lista, y en el momento estás informado sobre lo que te van a adjudicar. Es un poco a ciegas, pero el simulador te ayuda a saber qué posibilidades tienes. A mí no me parece mal”, comenta.
Otra de las tendencias que deja año tras año el MIR es la cada vez más acrecentada preferencia de los nuevos residentes por las grandes ciudades en lugar de por los pueblos. En la provincia de Zaragoza, de hecho, solo una de las cincuenta plazas que se han adjudicada en Medicina Familiar y Comunitaria han ido a parar lejos de la capital, concretamente a Calatayud. “Yo creo que también se le da cada vez más protagonismo al tipo de hospital, que tenga más caché por decirlo así. Hablando con mis amigas, muchas han dado prioridad a que sea un buen hospital y que esté en una ciudad cómoda que a la especialidad en sí”, explica Ana, quien cree que la solución a este problema podría radicar en “intentar, entre nosotros mismos, que la Medicina Familiar esté mejor valorada”.
“Nosotros mismos tenemos gran parte de culpa al dar más prioridad o más caché a los especialistas. Hay que empezar por ahí, no infravalorarnos tanto, y luego ya evidentemente más temas de gestión y de mejorar condiciones. Ya te digo, muchas personas que han escogido otra especialidad hubiesen elegido Medicina Familiar si las condiciones fuesen otras”, amplia la nueva residente MIR, que ha entrado con el número de orden 7.331.
Espero saber tratar muy bien a los pacientes y darles el lugar que se merecen
En unaentrevista concedida a ConSalud.es en el pasado mes de febrero, la nº1 del MIR de este año, Patricia Andrés, recalcaba que esta época de preparación ha sido para ella como una extensión de la carrera pero con la ventaja de un día de descanso obligatorio a la semana, lo cual agradecía mucho: "En la carrera aprovechaba los findes para estudiar lo que no me había dado tiempo, pero, durante la preparación del MIR, en el tiempo libre, he tenido muchos planes y he hecho amigos”. Ana, sin embargo, se sorprende por estas declaraciones y asegura con rotundidad que ella ha sufrido “muchísimo más estrés” preparando el MIR que estudiando la carrera.
“Todo lo contrario a eso. En la universidad tienes la presión de aprobar, pero no estás compitiendo con nadie. Sin embargo, en el MIR, es estudiar muchas horas al día y dejar de hacer cosas que te aportan mucha felicidad. Sí, te puedes dejar los domingos libres, pero no me parece suficiente como para poder despejar la mente. Al final estás intranquilo porque el sábado no pudiste acabar el tema de nosequé, o porque la semana que viene te toca estudiar cardiología, que no te gusta nada…”, se justifica Ana.
¿Y qué espera un nuevo MIR de su residencia durante los próximos cuatro años? Para Ana, por encima de todo, “aprender de verdad”. “Hasta el momento hemos aprendido a estudiar para aprobar un examen, así que ahora espero poder solucionar las cosas porque yo las sé y no porque me estoy leyendo los apuntes. También espero saber trabajar en equipo, tratar muy bien a los pacientes y darles el lugar que se merecen”, sentencia la aragonesa.