Es habitual oír hablar de la Navidad como ese periodo del año en el que nos reencontramos, las calles se llenan de luces, los regalos están a la orden del día y todo es alegría y felicidad. Y en los hospitales no podía ser de otra manera.
“La Navidad es una fiesta que gusta a todo el mundo, es muy fácil celebrarla en cualquier ambiente… Y en el hospital, pues también”, comenta para ConSalud.esTeresa, médico residente de Pediatría en el Hospital Infanta Sofía. Después de tantas horas codo con codo, coincidiendo en situaciones “límite y con mucha tensión”, el vínculo que tienen los médicos, enfermeras, auxiliares y demás personal del hospital “es muy bonito”.
Es por este motivo que quienes tienen que trabajar en fechas como Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo o Reyes, encuentran en sus compañeros de hospital una pequeña familia: “Procuramos crear un ambiente lo más agradable y alegre posible y llevar disfraces si hace falta”, añade Teresa.
“Disfrutar de los buenos momentos, ilusión, sonreír y brillar, decir 'te quiero'…” son solo algunos de los mensajes que pueden leerse en el árbol que ya decora la planta del hospital
Así, tanto ella como Sara, enfermera en este mismo centro, creen que en su área, Pediatría, el ambiente es más "especial" que en el resto del hospital. El personal del centro, y sobre todo las enfermeras, se encargan durante todo el año de que la planta sea lo más agradable posible, y en este sentido, festividades como la Navidad son una excusa más para hacerlo. Las enfermeras y auxiliares decoran los pasillos y salas del hospital, desde Pediatría a los paritorios, pasando por el recibidor del centro, para hacer más llevadero el ingreso de los más pequeños y sus familiares.
Este año, el árbol de Navidad de la planta Pediatría está hecho de deseos. “Disfrutar de los buenos momentos, ilusión, sonreír y brillar, decir 'te quiero'…” son solo algunos de los mensajes que pueden leerse en el árbol que ya decora la planta de este hospital madrileño.
Las Navidades pasadas, Sara recuerda su rotación en la UCI de otro hospital. “Hicimos un concurso de disfraces, enfocado a los niños, para intentar que la estancia fuese lo más amena posible e intentar divertirles. Cada uno elige un disfraz y luego se vota al mejor. Participan todos: enfermeras, auxiliares, pediatras… Y el ganador se lleva unos chocolates. Me pareció muy bonito”.
"Es con estas cosas bonitas cuando te das cuenta que no estás aquí solo para poner una medicación o para curar"
Asimismo, insiste en que es habitual en este y otros hospitales - y especialmente con la Covid-19 como protagonista - hacer videollamadas con familiares para que aunque estén ingresados, puedan pasar las fiestas en familia. “Es con estas cosas bonitas cuando te das cuenta que no estás aquí solo para poner una medicación o para curar. Son cosas super importantes para todo el mundo, pero para los niños pequeñitos más aún”, insiste la enfermera.
Con todo, la Navidad también conlleva problemas para cubrir vacaciones, excedencias o bajas por diferentes motivos. “Si no encuentran a nadie para cubrir los puestos, es una sobrecarga para el resto de la plantilla de Enfermería”, lamenta.
EL ‘NIÑO JESÚS’ EN NEONATOLOGÍA
Teresa recuerda una de esas “historias de Navidad” que bien podrían ser el comienzo de una película: una mamá embarazada que “por sus circunstancias” no podía hacerse cargo del bebé. “Coincidió con las fechas de Navidad y claro, era como tener al Niño Jesús en la Unidad de Neonatología", asegura la pediatra entre risas.
"Cada vez que alguno de los médicos o enfermeras teníamos un ratito libre, nos íbamos a coger a este peque, a achucharlo un poco, acunarlo, darle de comer y tenerlo en brazos, porque al final, el pobre no tenía nadie que le diera cariño”. Por suerte, la historia tuvo un final feliz: “Finalmente, la madre, con ayuda de los trabajadores sociales pudo asumir el cuidado del niño y pocos días después de Navidad, se fue a casa con su peque”.