Una semana. Siete días. Ciento sesenta y ocho horas. Es el tiempo que queda para que 14.750 graduados de Medicina se enfrenten a la prueba que determinará su futuro profesional: el MIR.
Tan solo 6.513, es decir, un 44,15 % de ellos, conseguirán una de las ansiadas plazas para comenzar a ser Médicos Internos Residentes. Cristina García Pardo de Santayana espera ser uno de ellos y, para eso, se ha esforzado con ahínco los últimos meses.
Es la segunda vez que esta madrileña de 26 años se enfrenta a la prueba algo que, aunque según reconoce a Consalud.es, le hace tener “más presión”, por otro lado también le hace ir más tranquila porque ya conoce el escenario y porque considera que este año lo ha “dado todo” y va “más preparada”.
Lejos de no conseguir plaza, el año pasado García alcanzó un puesto 5.108 y, aunque esta posición le daba para hacer la especialidad de Médico de Familia, una de sus favoritas, se aventuró a volver a hacer el examen para lograr alcanzar su sueño: ser endocrino.
Al ser su segundo año, Cristina se ha convertido un referente para sus compañeros de la academia CTO de Madrid, en la que se prepara, y que también para ella han supuesto “un gran apoyo” en estos últimos siete meses de intenso estudio.
“El apoyo de la familia es muy importante, pero ellos no saben por lo que estas pasando exactamente, entonces ayuda mucho contar con un grupo de personas que están viviendo lo mismo que tú y con los que te sientes arropada”, sostiene.
No sucumbir a la presión y mantenerse tranquilo es la principal recomendación que les dan desde en las academias de estudio y que Cristina comparte al cien por cien
Aunque en su caso, parte de su familia sí sabe exactamente por lo que está pasando, ya que su padre también estudió medicina y se enfrentó al MIR y su hermano, por el que muestra una gran admiración, consiguió plaza como oncólogo en el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid en 2015.
García piensa que no sería “ningún drama” tener que repetir el MIR una tercera vez, pero se muestra segura de sus posibilidades y confía en que eso no ocurra. “Hay gente que lo pasa realmente mal durante el estudio, pero no es mi caso. Podría repetirlo, pero estoy casi convencida de que no va a ser necesario”, apunta.
Interrogada sobre qué consejos le daría a los estudiantes que estén leyendo esto para sobrellevar esta última semana de ‘hincar codos’, Cristina lo tiene claro: “lo más importante es mantener la cabeza fría, estar tranquilos y ser conscientes de que prácticamente todo lo que estaba en nuestra mano ya está hecho”.
“Tranquilidad”, insiste, “esta semana hay que intentar no obsesionarse con el examen, no volverse loco y estudiar 14 horas diarias y aprovechar lo ratos de desconexión”.
García aconseja a los estudiantes ir al MIR como si se tratara de un simulacro más –“¡Y ya hemos hecho treinta a lo largo del año!”- y controlar el “factor psicológico” porque, al final, puede ser el que determine el resultado.