Las Comunidades Autónomas (CC.AA.) invirtieron un total de 1.046 millones de euros en concepto de Docencia MIR, lo que incluye la formación de todos los residentes de Ciencias de la Salud (médicos, enfermeros, farmacéuticos, psicólogos, biólogos, químicos y radiofísicos). Así lo muestran los últimos datos presentados por el Ministerio de Sanidad en el informe Estadística de Gasto Sanitario Público, donde se aprecia una reducción de la inversión del 0,6 por ciento, dado que el año anterior el presupuesto para la formación MIR fue de 1.052 millones.
En términos globales, el gasto sanitario destinado a los residentes supuso en 2016 un 3,7 por ciento del gasto sanitario total. La mayoría de la inversión, el 99 por ciento, se dedica al suelo de los futuros especialistas, mientras que el 1 por ciento restante es para “gasto de consumo intermedio”, según indica el citado informe.
La Comunidad de Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana son las que más recursos destinan en la formación de los MIR
Por regiones, la Comunidad de Madrid con un 5,7 por ciento de su presupuesto sanitario es la que más invierte en los MIR, seguida de la Comunidad Valenciana con un 4,5 por ciento y Andalucía con un 4 por ciento. Estas posiciones cambian al analizar las cifras absolutas donde la Administración andaluza gasta 181 millones de euros frente a los 116 de la valenciana. De hecho, Murcia (5,4) y Cantabria (5) las superarían en porcentaje aunque en valores absolutos el gasto es de 41 y 20 millones respectivamente.
El hecho de que estas CC.AA. lideren la lista en parte se explica porque son las que tienen una mayor oferta MIR, y de formación sanitaria especializada en general.
En este sentido, destaca el caso de Cataluña que, siendo la segunda autonomía con más unidades docentes acreditadas, los datos revelan una inversión de 92 millones de euros, lo que significa el 2,6 por ciento del presupuesto sanitario de 2016. Este mismo porcentaje lo comparten Aragón y Navarra, siendo las que menos dinero destinan para dicho fin en lo que se refiere a términos porcentuales.
En la parte intermedia de la tabla se encuentran La Rioja, País Vasco, Galicia, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Baleares, Canarias y Asturias con porcentajes que oscilan entre el 3,6 y el 2,9.
DESPUÉS DEL MIR
En este contexto, cabe mencionar que la mayoría de las CC.AA. se enfrenta a un problema y es que los residentes al terminar su formación abandonan sus unidades docentes. “Las CC.AA. se están dando cuenta de que tienen que ofrecer algo atractivo para conseguir que no se marchen a otras provincias o al extranjero, lo que es más peligroso porque cuesta un dinero formarlos y luego se pierde ese capital humano”, declaraba hace unas semanas a ConSalud.es Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios de CESM de Granada.
En esta línea, Josep Maria Puig, secretario general de Metges de Catalunya, ha explicado a este medio en varias ocasiones que el hecho de que los MIR se marchen a otras ciudades es un problema que se debe analizar para buscar una solución. “Hay que poner imaginación para que la gente tenga estímulos no solo para trabajar en esas vacantes de difícil cobertura sino en los hospitales periféricos donde la carga asistencial es elevada”, señalaba Puig en relación a la necesidad de habilitar fórmulas para fidelizar a los MIR después de la residencia.