Veintinueve de enero de 2022. Es la fecha marcada en el calendario de los aspirantes a una plaza para Médico Interno Residente (MIR). Doscientas preguntas más diez de reserva y cuatro horas y media en la que los médicos se juegan gran parte de su futuro profesional.
El MIR es un examen muy complejo y para los recién licenciados en Medicina, uno de los más importantes de su vida. Para afrontarlo con actitud y sin estrés, la organización, el tiempo libre y la actitud, son imprescindibles.
Durante los meses de estudio para la prueba, es normal que surjan momentos de miedo, estrés y agotamiento. Como consejo para los aspirantes, Pablo Roca, MIR de Pediatría en el Hospital Infanta Sofía, comenta para ConSalud.es que “el MIR es una carrera de fondo”, en la que es “tan importante el estudio, como el descanso”.
“Nadie te prepara para una rutina tan dura y monótona”, por eso también es importante “la fortaleza emocional”, continúa el joven MIR. “Si tienes un mal día, hay que saber decir ‘no puedo más’ y tomárselo libre. Obviamente, no será todas las semanas, pero por no estudiar un día si estás muy mal, no pasa nada”, recalca.
"Muchos compañeros míos han engordado hasta 15 kilos preparándose el MIR. No puedes estar tanto tiempo sentado en una silla"
En esta línea, “se puede y se debe” tener tiempo de ocio, explica para este medio el director de la Academia AMIR, Jaime Campos Pavón. “Yo estudiaba entre ocho y diez horas al día… es difícil sacar tiempo libre, pero aunque sea tienen que sacar una hora para hacer ejercicio y desconectar. Y los domingos son sagrados, no se tocan los libros”, añade Roca. "Vivir sola, prácticas, ejercicio, cocinar... te deja poco tiempo para todo, pero un año y medio estudiando es un montón: o conservas tu vida fuera de la Medicina o te vuelves loca", comenta Alba Ramos Sánchez, opositora MIR.
El ejercicio es otra clave para el médico. Según los expertos, es una buena forma de liberar el estrés y desconectar mentalmente. Y además, previene los problemas de sobrepeso que algunos estudiantes desarrollan durante esta etapa a causa del sedentarismo. “Muchos compañeros míos han engordado hasta 15 kilos preparándose el MIR. No puedes estar tanto tiempo sentado en una silla”, insiste.
La organización, otro aspecto esencial para preparar el examen. Desde AMIR, recomiendan a los estudiantes “seguir los tiempos marcados de estudio de cada asignatura para optimizar cada momento dedicado”. Es tanto el conocimiento que incluye esta prueba, que “es complejo establecer un temario cerrado”, ya que además de todas las asignaturas, hay que tener en cuenta las “actualizaciones que cada año se desarrollan en cada una de las materias”, sostiene Campos Pavón.
“Todos tenemos momentos bajos, pero mi principal motivación era sacar mi plaza. Tenía claro que quería Pediatría”
Es por esta razón, que las Academias son un gran aliado para los estudiantes: “Es demasiado material, para mí sin Academia era imposible porque te lo ordenan, priorizan temas y te dan un banco de preguntas”, informa el médico interno residente sobre su experiencia.
Desde AMIR, Campos sostiene que también “es muy importante recrear las condiciones del examen”. Para ello, se realizan “simulacros en sedes reales del examen MIR”, de forma que los alumnos se habitúen “a las mismas circunstancias que se van a encontrar el día del examen”.
Por otro lado, la principal preocupación de muchos estudiantes es “superar el examen pero no obtener el número de orden que les dé acceso a la especialidad que quieren”, explica el director de AMIR. Para Alba, que acaba de comenzar el preparatorio para esta prueba, es más preocupante "el camino que el examen". Señala que los casos de ansiedad entre los aspirantes MIR son frecuentes. Con todo, aunque "se hace muy duro", es optimista: "Si me sale mal el examen, siempre se puede intentar otra vez, y también hay más opciones. Hay que relativizar".
Para afrontar estos miedos y preocupaciones, no hay que quitar el foco del objetivo: “Todos tenemos momentos bajos, pero mi principal motivación era sacar mi plaza. Tenía claro que quería Pediatría”, asegura Pablo. Meses después, atiende a este medio en un breve descanso desde el hospital donde es residente de Pediatría. Como reza la expresión popular, “todo esfuerzo tiene su recompensa”.