Los grados sanitarios se caracterizan, al menos durante sus primeros años, por ser casi enteramente de teoría pura y dura, por una dedicación constante y exigente al estudio. La inmensa mayoría de las asignaturas son muy cuadriculadas, y dan poco margen para la imaginación y el pensamiento crítico, pero hay excepciones.
Una de ellas es ‘Cine y literatura en Ciencias de la Salud: Humanización de la asistencia sanitaria’, que se lleva implementando en la Universidad de Alcalá (UAH) desde el año 2015. Se trata de una asignatura transversal, diseñada para que puedan acceder alumnos de los grados de Fisioterapia, Enfermería, Medicina, Farmaciay Criminalística, “pero que incluso puede resultar interesante para otros grados de las áreas de Ciencias o Humanidades”.
Así lo indica su coordinadora y, hasta el curso pasado, única profesora, María Dolores Ruiz Berdún, quien presume de que, si bien en otras universidades -pocas- tienen asignaturas para los estudiantes sanitarios dedicadas al cine o a la literatura, son muy pocas las que juntan ambas materias. “Se me ocurrió crear la asignatura, porque no hay demasiado contenido humanístico dentro de Ciencias de la Salud, especialmente en Medicina, y me parecía una forma más interesante de aprenderlo”, explica a ConSalud.es.
"Puede resultar también interesante para otros grados de las áreas de Ciencias o Humanidades”
Eutanasia, reproducción asistida, aborto, desastres naturales y humanitarios… e incluso industria farmacéutica. Todos los aspectos que se tratan están enfocados a que abran la mente y que, en el día de mañana, los profesionales sanitarios mejoren su componente ético a la hora de tratar con sus pacientes: “Según la materia que estemos tratando, eligen una película que quieren ver de un catálogo que les ofrezco y después lo trabajamos en clase”.
‘El jardinero fiel’, ‘La Doctora de Brest’, ‘Gattaca’… son solo algunos de los largometrajes que forman parte de este catálogo. “Lo mismo con los libros, que se tienen que leer tres en todo el cuatrimestre”, añade Ruiz Berdún, destacando que son muchos los que le dicen que ya habían visto la película, pero que ahora lo estaban haciendo con otros ojos. “Son todos temas que les suelen interesar mucho”, afirma.
NO ES UNA ASIGNATURA 'MARÍA'
De hecho, su idea inicial era que fuesen los propios estudiantes quienes preparasen la parte teórica, buscando los contenidos a tratar en clase. Sin embargo, los difíciles horarios a los que están sometidos hacen imposible cumplir el objetivo: “Lógicamente, cuando tienen exámenes, solo los trabajos que les mandas ya les parecen una carga…”.
Y es que la asignatura, aunque no tenga exámenes y sus clases sean muy sosegadas y abiertas al debate, sí que exige realizar una serie de trabajos durante su tiempo lectivo: 38 horas para presentación de los temas y análisis de lecturas, debate de largometrajes y presentación de trabajos; y 102 horas para visionado de películas, series y documentales, lectura de textos, realización de trabajos y participación en actividades a través de la plataforma. En total, 150 horas.
"Es muy fácil dejarse llevar y que luego te pille el toro”
“El año pasado hubo gente que la cogió por evaluación final porque no podían venir, porque les coincidía con prácticas. Y al final tuvieron un pequeño disgusto, ya que pensaban que era menos y les costó sacarla porque se les acumularon las películas y los libros. Es muy fácil dejarse llevar y que luego te pille el toro”, recuerda la profesora, quien recomienda, así, cursar la asignatura en segundo o tercero de carrera, “aunque cada año nos encontramos con todo tipo de casos”.
CUANTA MÁS DIVERSIDAD, MEJOR
Aunque se trata de una asignatura inicialmente enfocada a los estudiantes de Medicina, estos representan, al final, el menor porcentaje de los alumnos matriculados. “En Alcalá solo tienen seis créditos transversales, y muchos los convalidan, por ejemplo, acreditando el nivel de inglés. A mí me parece una tristeza”, se lamenta Ruiz Berdún.
“Lo que más hay son fisioterapeutas y enfermeros, así que te tienes que ir orientando un poco al perfil que tienes cada año. Es muy bueno que se mezclen alumnos de distintas carreras, porque si conoces las características de las otras profesiones es más fácil que haya una buena relación en el ámbito laboral después. Y muchos van a tener que compartir unidades asistenciales”, sentencia.