A primera hora de la mañana de este viernes 8 de abril, se publicaba en el Boletín Oficial del Estado la resolución con las fechas para los actos de adjudicación de las 10.634 plazas de Formación Sanitaria Especializada convocadas este año por la cartera que dirige Carolina Darias.
En este contexto, la nueva directora general de Ordenación Profesional, Celia Gómez, convocaba a los futuros especialistas del Sistema nacional de Salud para discutir el método de adjudicación de estas plazas. Una coincidencia, que no tiene nada de casualidad para los –IR. “¿Eso es diálogo activo? ¿Eso es llegar a acuerdos?”, se preguntan desde FSE Unida.
FSE Unida, entre otras organizaciones, se reunirá hoy con el Ministerio para insistir en sus reivindicaciones. Con todo, si antes de que se publicara la resolución, las esperanzas de que Sanidad cediese en sus peticiones eran pocas, ahora son prácticamente nulas. Apenas ha aterrizado en el Ministerio y Celia Gómez ya está sumida en la polémica, al igual que su predecesor, Vicenç Martínez.
Los que en breves serán residentes recuerdan a Sanidad que “no quieren una adjudicación de plazas en diferido”, sino “una elección de plazas en tiempo real y con garantías” y “no dejarán de luchar por ello”.
Darias y su equipo se olvidan que los opositores no rechazan la elección telemática, por ser telemática, sino porque no es en tiempo real
Por otro lado, a raíz de que se conociera que a partir del 20 de abril las mascarillas dejarán de ser obligatorias en la mayoría de interiores, los opositores se preguntan cuál es la excusa de Sanidad ahora, para no ofrecer una elección presencial. Y es que el Ministerio defendió, en su momento, que este cambio fue motivado por la situación epidemiológica provocada por la Covid-19 y debe mantenerse porque el sistema sanitario debe tender hacia la digitalización.
Aún así, Darias y su equipo se olvidan que los opositores no rechazan la elección telemática, por ser telemática, sino porque no es en tiempo real. Sanidad se ha excusado en que “sería muy difícil” que el sistema fuese en directo, por lo que la presencialidad sería la solución más sencilla para atender a las reivindicaciones de los aspirantes a plaza, hasta que el Ministerio pueda garantizar una elección transparente y con garantías.
Y es que en más de una ocasión los –IR han trasladado a Sanidad las problemáticas de que la elección sea exclusivamente telemática. Además de que no garantiza el tiempo real, la plataforma dio fallos informáticos durante la elección del 2021 y se cayó en alguna ocasión.
Además, los opositores recuerdan que la brecha tecnológica es una realidad y para algunos aspirantes es difícil conseguir una buena conexión a internet o incluso un ordenador en condiciones. Además, los turnos de 400 en 400 se traducen en injusticias respecto a los primeros y últimos de la lista y obligan a los aspirantes, tal y como recoge el Ministerio en el documento de preguntas frecuentes sobre la adjudicación - que puedes consultar en este enlace - , a hacer listas de preferencias de más de 400 plazas, con el trabajo y la "lotería" que ello supone.
Los últimos números de orden en elegir tendrán apenas 10 días para organizar la que será su vida durante los próximos cuatro o cinco años de residencia
Tampoco ha sentado bien a la FSE que la resolución se publique “al límite”, teniendo en cuenta que el 10 de abril era el último día para publicarla y cae en domingo de ramos.
DIEZ DÍAS PARA REORGANIZAR SU VIDA
Otro de los puntos más criticados por los aspirantes gira alrededor de la incorporación a la plaza, que será entre el 30 y el 31 de mayo. Teniendo en mente que los actos de adjudicación serán entre el 21 de abril y el 20 de mayo para los MIR, los últimos números de orden en elegir tendrán apenas 10 días para organizar la que será su vida durante los próximos cuatro o cinco años de residencia.
Y es que muchos aspirantes tendrán que mudarse de ciudad, de provincia o incluso de Comunidad Autónoma, por lo que deberán buscar una vivienda y hacer todas las gestiones pertinentes en tiempo récord. Un factor que el Ministerio no ha tenido - o no ha querido tener - en cuenta.