Ayer, 21 de enero, a las 16h hora peninsular, comenzaba en toda España el examen MIR. Una prueba que permitirá a los 12.629 opositores admitidos luchar por una de las 8.550 plazas MIR ofertadas este año por el Ministerio de Sanidad. Y también, una prueba que el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) califica como "el mayor reto de los estudiantes de Medicina desde que entraron en el grado". Coincidiendo con esta fecha tan señalada en el calendario de los médicos, el CEEM ha querido remarcar los "principales fallos de esta prueba".
Para comenzar, el CEEM señala lo injusto del examen, pues ningún opositor que se presenta puede elegir la plaza en función de su vocación, sino que tiene que ser ordenado por un número de orden que solo refleja el trabajo realizado un día concreto tras estar cuatro horas y media marcando casillas en un cuadernillo.
Al hilo, apuntan que "la vocación es lo que nos ha impulsado a hacer una determinada carrera, pero la vocación no es suficiente para la elección de plaza en sitios de precariedad laboral o con situaciones de escasa conciliación profesional y personal". "La diferencia de sueldos entre las diferentes autonomías es un factor a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión final, así como los puestos en lugares incomunicados que año tras año quedan desiertos como plazas de difícil cobertura", insisten.
Sobre el examen en sí, la presidenta del CEEM, María Valderrama, cuenta a ConSalud.es que ha sido "un examen actualizado en el que ha entrado, por ejemplo, la viruela del mono. Endocrinología y Ginecología también han tenido bastante peso, así como más preguntas de lo esperado de Anatomía Patológica, con imágenes. También han destacado preguntas con contenido de varias especialidades juntas".
"El número de preguntas en el MIR es ilimitado y se refleja en preguntas demasiado específicas que no reflejan la práctica clínica"
Es por ello que desde el Consejo de Estudiantes de Medicina advierten que las Comunidades Autónomas deben "tener en cuenta que para hacer llamativas esas plazas, es de menester realizar cambios en sus condiciones a la mayor brevedad posible". Y es que la vocación no justifica los bajos salarios y malas condiciones laborales.
"El objetivo del examen MIR es, desde que se instauró, la clasificación de las egresadas de manera numérica. En base al resultado de una única prueba realizada un único día. También tiene en cuenta los resultados académicos durante los seis años de grado, pero en un porcentaje minoritario. Se pensó así con el objetivo, precisamente, de que "fuese más justo". Pero entonces podríamos entrar en el debate de si el resultado de un solo día es justo que determine una decisión tan importante (ese día puedes haberte despertado con migrañas, una gastroenteritis terrible o con una situación personal inesperada que te impida concentrarte). Al final, la diferencia con otras carreras es que en España prácticamente tu única entrada al mundo laboral como médico es a través de la Formación Sanitaria Especializada", matiza Valderrama.
Asimismo y a diferencia de otras oposiciones del Estado, los exámenes de Formación Sanitaria Especializada no poseen un temario cerrado y definido del contenido del examen, lo cual aumenta su dificultad y lleva a que, en algunas ocasiones, los opositores queden en manos del azar pese a estar más que preparados. "Esto produce que el número de preguntas sea ilimitado, viéndose reflejado en preguntas demasiado específicas que no reflejan la práctica clínica. Es una problemática que viene dada desde el propio grado, donde es frecuente dar más importancia a mutaciones específicas o marcadores tumorales frente a un buen diagnóstico diferencial", explica el CEEM.
La organización estudiantil también señala que no se escogen aquellas especialidades o áreas que no se conocen. Sabiendo que "apenas ninguna facultad tiene prácticas en Medicina Rural, lo normal es que un aspirante no se plantee esa posibilidad en sus opciones".
Los estudiantes de Medicina desmienten a Calzón: se oponen "firmemente a la apertura de nuevas facultades"
Otras reivindicaciones que señala el CEEM es la posibilidad de realizar el MIR en las diferentes lenguas cooficiales, del mismo modo que se puede cursar la carrera de Medicina en la lengua cooficial de las Comunidades Autónomas.
LOS ESTUDIANTES, CRÍTICOS CON SANIDAD
Minutos antes de que comenzaran las pruebas MIR, la Secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, comparecía a las puertas del Ministerio de Sanidad junto a la Directora General de Ordenación Profesional, Celia Gómez. Ante los medios, Calzón defendía que si habían quedado plazas MIR vacías el año pasado - 93, concretamente - era porque "el número de egresados en nuestras facultades es inferior al de las plazas que estamos convocando".
Las declaraciones de Calzón no pueden estar más lejos de la postura de los estudiantes de Medicina y médicos residentes del Sistema Nacional de Salud, que se oponen "firmemente a la apertura de nuevas facultades y al aumento de numerus clausus para incrementar un estudiantado de Medicina que ya es el segundo más numeroso del mundo (proporcionalmente a nuestra población), solo superado por Corea del Sur". Por ello, critican la medida anunciada por Sanidad de aumentar en 1.000 el número de plazas en las Facultades de Medicina, pues podría llegar a ser contraproducente para la calidad de la enseñanza, entre otros aspectos.
En conversación con este medio, Valderrama insiste en que "el número de egresados será inferior al número de plazas ofertadas, pero sigue siendo menor que el número de personas que se presentan al examen cada año. Las plazas que quedaron desiertas en la anterior convocatoria eran de Medicina Familiar y Comunitaria, especialmente en el ámbito rural. Una opositora no va a plantearse escoger un mundo que desconoce, especialmente si no tiene unas condiciones laborales atrayentes. Es necesario un cambio en estas condiciones para tratar de evitar el resultado del año pasado. Sobre todo, desde el CEEM reivindicamos que esta importancia de la Atención primaria se trabaje desde el propio grado".
"Además, desde el CEEM consideramos que una elección a tiempo real disminuiría el número de plazas vacantes al saber en todo momento qué plazas quedan disponibles", concluye Valderrama.