Entrar a las 8h y salir entre las 17h y las 18h. Esa es la situación de los MIR catalanes, que trabajan cada día entre dos y tres horas más. Horas extra que, por supuesto, no cobran, ni se compensan con vacaciones extra tampoco.
Por convenio y por una cuestión de similitud con el resto de trabajadores públicos, Cataluña establece que los MIR deben trabajar 37 horas y media al igual que los médicos adjuntos. Mientras, en otras Comunidades Autónomas, este convenio es de 35 horas semanales, por lo que ya de base, los residentes catalanes trabajan más que en otras partes de España, explica a ConSalud.es el secretario MIR del sindicato Metges de Catalunya, Àlex Mayer.
Con todo, más allá de esta diferencia legal, “el hecho de que en Cataluña haya plantillas con menos médicos de lo que deberían tener, hace que además de trabajar más horas por contrato, acabemos regalando muchísimas horas extra de forma generalizada”. Aunque no es una situación exclusiva del caso catalán, sino que ocurre en otras zonas de España especialmente “tensionadas”, es cierto que los MIR de esta CCAA “echan más horas de la cuenta”.
Además de no cobrar estas horas extra, los MIR cubren esta deficiencia estructural de profesionales trabajando sin supervisión y realizando el trabajo de adjuntos. Es decir, perciben el sueldo de un MIR, aún cubriendo puestos de adjunto. “Esto repercute en que acabamos haciendo menos formación de la que deberíamos y más actividad asistencial pura, que aunque también es formativa, si no se da bajo unas condiciones adecuadas de correcta supervisión y monitorización por parte de un adjunto, pues acaba haciendo que nuestra formación sea deficiente”.
"Todavía hay muchas veces que no se libra después de una guardia, porque al día siguiente alguien tiene que pasar planta o hacer consultas y en muchas ocasiones no descansamos después de 24 horas seguidas de trabajar"
Como ya denunciaba en ConSalud.es el representante de la Asociación MIR España en Madrid, Álvaro Rodríguez Torres, el hecho de “ver más pacientes” no se traduce en “aprender más”, pues para empezar, “con tanta presión, no se aprende”. Este R2 de Psiquiatría en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, lamentaba que la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19 había impactado negativamente en la formación de los MIR. Estas declaraciones, pueden extrapolarse a la situación de sobrecarga asistencial que viven muchos médicos residentes en toda España, especialmente en zonas “tensionadas” o “con más presión asistencial”, como comenta Mayer.
No solo eso, además muchos MIR denuncian la no libranza el día después de una guardia. Es decir, “todavía hay muchas veces que no se libra después de una guardia, porque al día siguiente alguien tiene que pasar planta o hacer consultas y en muchas ocasiones no descansamos después de 24 horas seguidas de trabajar”.
El pasado octubre de 2021, la Asociación MIR España publicó el Observatorio AME, que recogía más de 446 denuncias anónimas de toda España que los MIR habían realizado entre septiembre de 2020 y septiembre de 2021. Cataluña fue la Comunidad Autónoma que más denuncias recogió y con mucha diferencia de la segunda región. De las 446 denuncias anónimas, un total de 152 habían sido realizadas por MIRes catalanes. A Cataluña le sigue Andalucía, con 56 denuncias y la Comunidad Valenciana, con 55.
En definitiva, las malas condiciones que ofrece Cataluña a sus médicos en formación ha propiciado que desde 2017, cada vez sean menos “los médicos que, teniendo la posibilidad de elegir los primeros, se decanten por Cataluña para especializarse”, aseguran fuentes de AME a este medio.
“Si los números del MIR bajan es porque menos gente pone como primera opción a Cataluña”
Mayer, que también es R4 de Medicina Interna en el Hospital Parc Taulí de Sabadell, coincide, añadiendo que “por mucho hospital de renombre que haya, si las condiciones laborales son peores, está claro que muchos médicos se lo piensan antes de venir”. No solo son los que más horas trabajan de España, sino que además, los MIR catalanes son de los que peor sueldo perciben. "La administración catalana quiere médicos y médicas residentes explotados para sostener el sistema sanitario. Por eso no atraemos el talento y el que tenemos se va", aseguran los MIR en redes sociales.
SILENCIO DE LA ADMINISTRACIÓN
Ni la Consejería de Sanidad de Cataluña, con Josep Maria Argimon a la cabeza, ni ningún responsable de la Administración se ha pronunciado respecto a esta situación. “No han dicho demasiado pese a que los datos son bastante evidentes”, asegura Mayer, que añade que lo máximo que han dicho, ha sido que se trata de “casos puntuales”, y cifras que varían según el año.
“Pero la realidad es que Cataluña ha cogido un camino de bajar los números de orden del MIR de forma bastante escandalosa”, insiste el portavoz de Metges de Catalunya. Aunque recuerda que un mejor número de orden no implica ser mejor médico, está claro que “si los números del MIR bajan es porque menos gente pone como primera opción a Cataluña”. Esto significa que aunque las plazas MIR se siguen cubriendo, el hecho de que haya plantillas que estén “altamente tensionadas por falta de personal, hace que el sistema se deteriore a marchas forzadas y cada vez más rápido”, concluye Mayer.