Las profesiones relacionadas con el ámbito sanitario han sido históricamente, y siguen siendo a día de hoy, unas de las más demandadas en nuestro país. Sus diversos ciclos de Formación Profesional, tanto de grado medio como de grado superior, representan por número de alumnos matriculados a cerca de un 20% del total, y lo mismo ocurre a nivel universitario. En las privadas, el principal porcentaje de matriculados, en torno al 23,7%, pertenecen a carreras sanitarias, y las estadísticas de las públicas no andan lejos de estas cifras.
Las opciones son enormes. Dentro de las más conocidas están Enfermería, Fisioterapia, Psicología, Farmacia… y, claro está, Medicina. Y es que Medicina es una de las ‘joyas de la corona’ de todo sistema universitario que se precie en el mundo. En nuestro país, solo el curso pasado había matriculadas más de 43.500 personas, y no dejan de abrirse nuevas facultades. De hecho, España es ya el país del mundo que cuenta con una ratio más alta por habitante, y, a pesar de todo esto, las listas de espera para entrar en la carrera siguen siendo de miles y miles de personas
"Entre los nuevos alumnos de primero y los que están repitiendo alguna asignatura, las aulas están sobrepasadas y algunos profesores me han pedido más apoyo”
Además, su nota de corte es la más alta en la inmensa mayoría de las universidades que la ofertan. En las Islas Baleares, por ejemplo, abrieron su primera facultad de Medicina en 2016 -lo que deja a La Rioja como la única comunidad virgen en este sentido-, y menos de diez años después ya están cerca de tener la segunda. Por si fuese poco, este curso han tenido que aumentar sus plazas en un 15%, en lo que ha sido una decisión muy polémica llevada a cabo entre el Ministerio de Sanidad y el de Ciencia, Innovación y Universidades.
En concreto, la Universitat de les Illes Balears (UIB) ha pasado de ofertar 60 plazas de nuevo ingreso, algo para lo que su Facultad de Medicina fue diseñada en el mencionado año 2016, a 69. “El cupo se ha cubierto sin ningún problema, pero no hemos estado exentos de dificultades logísticas, tanto a nivel de infraestructura como de profesorado”, explica a ConSalud.es su decano, Antoni Bennasar Figueras, quien lamenta que la primera de estas dificultades se ha producido, “evidentemente”, en los laboratorios de prácticas.
“Tenemos un espacio muy limitado, porque la facultad está ubicada en el Hospital de Son Espases, no en el campus de la universidad. Y los grupos de prácticas de primero están muy saturados”, señala Bennasar Figueras. Así, en varias asignaturas, como Anatomía o Citología, ya han tenido que hacer algún que otro grupo extra, “sobre todo por falta de disponibilidad de material o incluso por temas de bioseguridad”. “Lo mismo ocurre con las teóricas. Entre los nuevos alumnos de primero y los que están repitiendo alguna asignatura, las aulas están sobrepasadas y algunos profesores me han pedido más apoyo”, critica.
“Nosotros no vamos a ser los que nos opongamos a crecer en todos los aspectos, pero queremos crecer bien"
Es un problema que, además, se va a ir trasladando a los cursos superiores según estos vayan avanzando. “Los profesores estamos un poco al límite, casi diría que con horas extra”, denuncia el decano de Medicina de la Universitat de les Illes Balears, doctor en Biología y profesor de esta asignatura: “En Microbiología, por ponerte un ejemplo que conozco muy bien, no puedo permitirme el lujo de tener a un profesor con 20 o 25 alumnos en un laboratorio con capacidad para 15. Insisto, por simples temas de bioseguridad”. Además, recuerda, el no tener la Facultad de Medicina situada en el campus de la universidad también es una dificultad añadida para sus docentes.
“Nosotros no vamos a ser los que nos opongamos a crecer en todos los aspectos, y creemos que nuestro equipo puede hacerlo, pero queremos crecer bien. Si esto va a ir en detrimento de la calidad docente de nuestros futuros médicos, nos oponemos rotundamente. Nuestro caso no es el de las grandes universidades de Madrid, Valencia o Barcelona, que ofertan 300 plazas. Para nosotros no es fácil convencer para que contraten a más gente”, afirma Bennasar Figueras, quien informa de que, a pesar de todos estos impedimentos, cerca de 2.000 alumnos se han quedado en lista de espera para entrar en Medicina en la UIB este curso.
UNA NUEVA UNIVERSIDAD EN CAMINO
Así, todos ellos habrán tenido que decidir entre estudiar otra carrera o trasladarse a la península para cursar Medicina en otra universidad. Para tratar de poner fin a este problema, en el archipiélago está cerca de abrir otra facultad de Medicina, la de la nueva Universidad de Mallorca (UMAC), primera universidad privada independiente de Baleares. Como informa el Diario de Mallorca, la UMAC tiene previsto abrir sus puertas para el curso 2025/2026, es decir, antes de que la Facultad de Medicina de la UIB cumpla sus primeros diez años de vida.
Se trata de un proyecto de la Escuela Universitaria Adema, que ya imparte en Baleares los grados sanitarios de Odontología y de Nutrición Humana y Dietética. “En principio, Medicina está en estudio, y Biomedicina e Ingeniería Biomédica se desean implantar en el momento que se apruebe la constitución de la nueva Universidad”, afirmaron a ConSalud.es fuentes de Adema. “Queda un pasito aún”, añadieron sobre una decisión que ha contado con el reiterado rechazo de la UIB.