Nervios, miedo a lo desconocido e inseguridad por las nuevas responsabilidades. Este es el ambiente que respiran los nuevos MIR antes de enfrentarse a su primera guardia. A pesar de los nervios se trata de una fase más en sus vidas que en la gran mayoría supera con éxito.
ConSalud.es ha charlado con varios jóvenes que se el pasado 27 y 28 de mayo se estrenaron en sus nuevos servicios y casi un mes después ya tienen varias guardias a sus espaldas. Todos coinciden, hasta el más tranquilo experimento nervios las horas anteriores.
“La noche de antes apenas pegue ojo pensando en la que se avecinaba”
“La noche de antes apenas pegue ojo pensando en la que se avecinaba”, explica María Soria, residente de Anestesiología y Reanimación en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza. “Tenía miedo a entorpecer a mis adjuntos en las situaciones de urgencia en las que el tiempo es un factor que corre en tu contra".
Pero estos nervios no tardaron en desaparecer y una vez comenzó la guardia se transformaron en “emoción, tensión y utilidad”. Esto fue posible gracias al ambiente acogedor que crearon tanto los adjuntos como los residentes. Soria afirma que le explicaron todo aquello que era nuevo para ella e incluso le dejaron participar en algunas intervenciones.
En la actualidad Soria ha hecho tres guardias y afirma que cada vez le gusta más. Las describe como “una formación complementaria muy necesaria para poder abarcar tanto las situaciones programadas como las de urgencia”.
Iago Aldao es residente de Medicina Interna en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y a pesar de que se define como una persona tranquila confiesa que las horas previas las vivió con nervios “porque es mucha responsabilidad”.
"Tienes que sacarte las castañas del fuego y aprender a tomar decisiones rápidas”
El 12 de Octubre es un hospital que atiende varios barrios como Usera, Villaverde y Carabamchel. Aldao explica que la gran cantidad de población que abarca fue uno de los atractivos que le hizo decantarse por él. “Las guardias son muy duras y por eso lo escogí, porque te da un bagaje importante”.
Tanto Soria como Aldao coinciden en que la experiencia fue un éxito gracias al apoyo y la ayuda proporcionada tanto por los residentes de más años como por los adjuntos.