El grado universitario más deseado de toda la Comunidad Valenciana, el de Medicina en la Universitat de València (UV), tiene desde el pasado mes de febrero nueva decana. Se trata de Amparo Ruiz Saurí, quien ya venía desempeñando el cargo en funciones desde septiembre, cuando se jubiló su predecesor, Francisco Javier Chorro. Catedrática de Histología, Ruiz Saurí lleva media vida asociada a esta institución académica, y asegura que, si ya Chorro tuvo que enfrentarse en su momento a todo lo que supuso el Covid para la UV, a ella le va a tocar la adaptación del grado de Medicina a la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU).
“Tenemos un periodo de moratoria para adaptar las facultades y las universidades en general a las exigencias de la LOSU. En este sentido, vamos a tener que modificar y adaptar nuestros estatutos y las acreditaciones que está introduciendo la ANECA sobre el profesorado, haciendo cursos y brindándoles nuestro apoyo”, comenta en una entrevista concedida a ConSalud.es. Y es que las universidades españolas, y más concretamente las facultades de Medicina -en el caso de la UV, de Medicina y Odontología-, están afrontando diversos cambios en los últimos años.
“La Facultad de Medicina y Odontología de la Universitat de València se remodeló en el año 2010 pensando en el número de alumnos que teníamos en ese momento"
Uno de los más recientes es la polémica decisión, tomada de manera conjunta entre el Ministerio de Sanidad y de Ciencia, Innovación y Universidades, de ampliar las plazas de nuevo ingreso, que tiene como objetivo paliar la falta de médicos de la que adolece España. Sin embargo, desde el momento de su anuncio ha tenido varias voces en contra, siendo una de ellas la de Amparo Ruiz Saurí: “La Facultad de Medicina y Odontología de la Universitat de València se remodeló en el año 2010 pensando en el número de alumnos que teníamos en ese momento, y ahora el Ministerio nos ha dicho que lo tenemos que aumentar. Nosotros inicialmente dijimos que no queríamos, pero nos lo impusieron”.
Así, la UV ha pasado de ofertar 320 plazas para los alumnos de primero de Medicina a 336, convirtiéndose en uno de los grados con más alumnos de toda la oferta universitaria española. A pesar de ello, su nota de corte fue en 2023 la octava más alta de nuestro país (13,044), y, según Levante EMV, recibió un total de 3.015 solicitudes. Es decir, 2.695 personas se quedaron sin plaza, y tuvieron que buscar acomodo en alguna otra carrera o facultad de Medicina de España. Dentro de la Comunidad Valenciana, las siguientes son la Universidad Miguel Hernández de Elche, con 137 plazas; la Universidad de Alicante, con 86; y la Universitat Jaume I, con 85.
"Los hospitales están saturados de alumnos, y eso que solo reciben a los de la pública"
Todas ellas después de la mencionada ampliación “impuesta” por Sanidad, que la Universitat de València luchó porque fuese la mínima posible: del 5%. “Contamos con unas aulas grandes, donde caben entre ochenta y cien personas, para impartir las clases teóricas Luego tenemos aulas de seminario, donde entran más o menos cuarenta alumnos. Pero todo eso es para las asignaturas básicas, mientras que algunos laboratorios de prácticas están preparados para recibir a veinte personas, no a treinta. Con lo cual hemos tenido que apretar un poco más a los estudiantes”, critica su decana en Medicina.
Pero es que este problema, insiste, no atañe solo a las instalaciones de la propia universidad. También a los hospitales, donde los alumnos de Medicina pasan una parte importante de la carrera rotando por sus diferentes servicios. En el caso de la UV, del tercer al cuarto curso, y en los cuatro principales hospitales de Valencia: El Clínico, El General, La Fe y el Doctor Peset. “Están saturados de alumnos, y eso que solo reciben a los de la pública. Lógicamente, entiendo que a un paciente no le parezca bien pasar de tener dentro de la consulta a tres o cuatro estudiantes como hay ahora que a seis. No nos ha gustado en absoluto la idea, pero nos estamos adaptando”, apunta Ruiz Saurí.
UNA FORMACIÓN BASADA EN LA MULTIDISCIPLINARIEDAD
Más allá de tener que luchar por su adaptación a la LOSU y por una correcta integración de estas nuevas plazas de Medicina a la oferta académica, la históloga también destaca la necesidad del relevo generacional de su profesorado, ya que a día de hoy la mayoría tienen más de 50 años: “Necesitamos que aporte frescura y nuevas formas de impartir la docencia”. “Por ejemplo, que las clases teóricas no sean solo lecciones magistrales, sino hacerlas más participativas, como ya ocurre con algunas de las asignaturas que impartimos. Nuestros estudiantes, como la sociedad, han cambiado, y hay que ver por qué van poco a clase”, explica la experta, que también tiene por delante “adaptarse a las nuevas tecnologías”.
“Nuestra facultad se ha adaptado mucho, pero yo creo que todavía lo podríamos hacer más”, matiza. De hecho, una de las ‘joyas de la corona’ de la Universitat de València, destaca Ruiz Saurí, es su Centro de Simulación Interdisciplinar en Salud (CESIS), que sirve no solo para la práctica de los médicos, sino también de otros estudiantes de grados sanitarios. “Permite prácticas conjuntas no solo con futuros enfermeros; también con odontólogos, fisioterapeutas, farmacéuticos o psicólogos. Siempre formamos a nuestros estudiantes en la multidisciplinariedad”, afirma.
"Igual parte del profesorado que elabora las preguntas del MIR es de esas universidades que están más arriba, y su forma de impartir la docencia está más adaptada a ello”
Todo esto para que los médicos egresados de la Universitat de València ejerzan de la mejor manera posible como especialistas en la asistencia clínica del futuro. Para ello, deberán pasar antes por el famoso examen MIR, cuyas notas sitúan, justa o injustamente, a las universidades en distintos escalafones. En este sentido, la UV se sitúa en la posición 14 en el promedio de mejores notas de sus alumnos en los últimos once años. En la pasada convocatoria de 2023, eso sí, escaló hasta la 10.
“Lógicamente, nos gustaría que la mayor cantidad de gente posible con buenos resultados procediese de nuestra universidad. Te mentiría si te dijese lo contrario, pero también te digo que no es algo que me vaya a frustrar, porque al final depende de muchísimos factores. Igual parte del profesorado que elabora las preguntas es de esas universidades que están más arriba, y su forma de impartir la docencia está más adaptada a ello”, sentencia la nueva decana de Medicina de la Universitat de València.