En Melilla están de enhorabuena. Su nuevo Hospital Universitario (HUME) abrirá sus puertas dentro de muy poco tiempo, y con él, la ciudad autónoma espera poder avanzar hacia un sistema sanitario más atractivo tanto para los profesionales melillenses que decidan quedarse allí a trabajar como para los del resto de España, para que vean Melilla como una opción real a la que aspirar. De momento, ya han dado un primer paso muy importante en lo que se refiere a la formación: en 2025 ofertarán dos plazas MIR más de Medicina Familiar y Comunitaria, y en 2026 traerán, por vez primera, otra especialidad médica adicional, Medicina Interna, después de recibir hace apenas un par de semanas la acreditación final por parte del Ministerio de Sanidad para convocar vacantes.
“Estamos proyectándonos para aprovechar todos los recursos nuevos que tenemos, y empezar con una dinámica que llene esto de profesionales”, apunta a ConSalud.es Alberto Romero, nombrado nuevo gerente del Área de Salud de Melilla en el pasado mes de septiembre. Sus aspiraciones, sin embargo, no se quedan aquí: en su afán por fomentar la formación, la cobertura de patologías y el relevo generacional en la ciudad autónoma, Romero tiene en mente implantar hasta ocho especialidades nuevas, y no solo médicas (MIR). También enfermeras (EIR) y la de Psicología Clínica (PIR).
“Queremos crear una unidad de salud mental completa, donde se formen psicólogos clínicos, psiquiatras y enfermeros de salud mental. También abogaremos por crear la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria, para que acompañen a los médicos, y hemos iniciado los contactos con los distintos servicios para implementar Ginecología, Oftalmología y Cirugía General”, señala Romero. Serían, de esta manera, siete nuevas unidades docentes, que se sumarían a la recientemente aprobada de Medicina Interna.
“Queremos crear una unidad de salud mental completa, donde se formen psicólogos clínicos, psiquiatras y enfermeros de salud mental"
Actualmente, Melilla “solo” oferta, además de las mencionadas cinco plazas de Medicina Familiar y Comunitaria, cuatro de Enfermería Obstétrico-Ginecológica (matrona). “En dos o tres años, me planteo tener todas esas. Por eso, lo que quiero hacer ahora es ir informándolo para que los servicios se pongan las pilas y se vayan moviendo. Al final, es gente con ganas de aprender, que te aprietan y te hacen estar en alerta y siempre actualizándote. Estamos en un momento de tránsito positivo, y tenemos que aprovecharlo para recuperar la energía y que entre gente fresca”, insiste Alberto Romero.
El nuevo gerente quiere, en definitiva, pasar de un modelo de trabajo muy tradicional a otro “disruptivo” y marcado por la innovación. Con el nuevo hospital, “que estará operativo dentro de muy poco, aunque preferimos no aventurarnos a decir fechas”, todos los procedimientos se harán de manera mucho más modernizada. “Tenemos que traer a gente de distintos puntos de la península o de las islas a formarse aquí. Primero, porque abre el conocimiento de la ciudad, que tiene ciertas etiquetas”, reconoce Romero.
“Los residentes, además, se mueven con compañeros de otros sitios, así que ellos mismos demandan más innovación. Van a congresos, hacen rotaciones… se trata de hacer una labor de difusión por todas partes, desde más arriba hasta la propia base de los sanitarios, para que cuenten muchas de las cosas que hacen”, explica el médico extremeño. De hecho, indica, el equipo directivo de Melilla ya está elaborando planes de comunicación, con especial interés en las redes sociales, para dar a conocer la ciudad.
UN SUEÑO HECHO REALIDAD
El nuevo Hospital Universitario de Melilla. Esta es la última joya del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), que, dependiente del Ministerio de Sanidad, se encarga de gestionar la sanidad en las dos ciudades autónomas del norte de África. En él van a sustentar la inmensa mayoría de sus futuros proyectos, que, como ya comentó el propio Alberto Romero en una entrevista concedida a este periódico con motivo de su nombramiento, supondrán la oportunidad de trabajar de manera puntera, reorganizar procesos asistenciales y mejorar los circuitos de trabajo.
Entonces lo llegó a catalogar como un “importante pulmón y corazón de la ciudad, que desea latir con fuerza”. “Queremos innovar, además, con perfiles de profesionales nuevos: matemáticos, analistas de datos… que a lo mejor en hospitales más grandes se hacen con la colaboración de las universidades, pero en ese sentido estamos completamente respaldados por el Ministerio”, confía Romero. Humanización, multiculturalidad… las expectativas están puestas muy altas en este nuevo centro, que contará con 256 camas y en el que se han invertido 128 millones de euros.