En Las Palmas están de celebración. Este año, se cumple medio siglo desde que existen los estudios de Medicina en la provincia canaria, primero dependiendo de la Universidad de La Laguna (ULL), en Tenerife -a donde los estudiantes tenían que ir a cursar la segunda mitad de la licenciatura-, y después, ya con la creación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en 1989, a través de su Facultad de Ciencias de la Salud. Es, por tanto, una carrera relativamente joven, pero que desde entonces ha egresado a más de 4.000 médicos, muchos de los cuales han pasado a engrosar las filas del Sistema Canario de Salud (SCS).
“Fue un hito importantísimo, porque, aunque tuviesen que irse becados a Tenerife a estudiar el segundo ciclo de la carrera, dio la oportunidad a muchísimos estudiantes que no tenían las posibilidades económicas para ir a la península. Además, la inmensa mayoría eran de aquí, de las islas, lo cual permitía que al finalizar sus estudios se quedaran ejerciendo en Canarias”, corrobora la decana actual de la Facultad de Ciencias de la Salud de la ULPGC, María del Mar Tavío Perez, sobre unos estudios de Medicina que dieron su pistoletazo de salida oficial en la isla canaria el 2 de octubre de 1974, cuando comenzaron las primeras clases en la Sección Universitaria de Medicina de Las Palmas en el Colegio Universitario (CULP).
Desde entonces, lógicamente, todo ha cambiado mucho. Aunque el grueso de los estudiantes siguen siendo canarios, la cada vez mayor dificultad para poder entrar al grado en España ha hecho que por las aulas de la Facultad ya pasen también muchos alumnos procedentes de la península. Aún así, destaca Tavío Pérez, la nota de corte para entrar en la ULPGC no es precisamente baja, y en más de una ocasión incluso ha superado la de otras universidades de grandes ciudades de España. Además, reciben a un “importante número” de alumnos que, atraídos por la calidad de la formación y el buen clima de Canarias, estudian en la ULGPC durante un corto periodo de tiempo a través de programas de movilidad, como SICUE.
"Dio la oportunidad a muchísimos estudiantes que no tenían las posibilidades económicas para ir a la península"
La propia decana canaria fue la encargada de abrir el acto de celebración por los cincuenta años de vida de los estudios de Medicina en Las Palmas el pasado miércoles 2 de abril. Con la presencia de figuras de calado como la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Esther Monzón, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, o el homólogo de la decana de la ULPGC en la citada Universidad de La Laguna, José Luis País Brito, en él rindieron homenaje a quienes pusieron el esfuerzo para poner en marcha dichos estudios, “desde los equipos decanales hasta los docentes e investigadores y el personal de administración y servicios”; en especial, a los directores en la etapa del Colegio Universitario y a los decanos de la Facultad de Ciencias de la Salud.
PROFESORADO POCO ESTABLE
Pero, a pesar de todo, la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria no es ajena a los retos y problemáticas que sacuden actualmente al resto de facultades de nuestro país, especialmente en lo relativo al profesorado. En la ULGPC, destaca María del Mar Tavío Pérez, disponen de muchas posibilidades de profesorado que tiene el nivel suficiente para acceder a las plazas que se ofertan, pero el problema llega a la hora de poner los medios para que esa convocatoria de plazas sea “factible”. Y eso, en especial en una universidad pública como la suya, lógicamente depende de muchos factores externos.
“Ahora mismo tenemos un número importante de docentes dentro de la figura de profesor asociado o a tiempo parcial, pero lo importante es avanzar hacia figuras más estables: ayudante de doctor, profesor contratado doctor, vinculado… es una apuesta muy importante la que hay que hacer, para que cualquier Facultad de Medicina cuente con el número de activos necesario”, reivindica la decana de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
"La financiación a la que pudimos optar para afrontar ese incremento de plazas era solo para material inventariable, no cubre las necesidades adicionales que se generan de personal docente"
La suya, de hecho, ya ha incorporado esa nueva figura creada recientemente por la ANECA de ayudante de doctor, cuya acreditación es mucho más sencilla, para tratar de hacer frente a los últimos aumentos de plazas de estudiantes de Medicina instauradas por el Gobierno. En su caso, pasaron de 135 a 150 plazas de primer curso, algo que, alerta Tavío Pérez, puede afectar especialmente a las prácticas clínicas por el déficit de profesorado para impartirlas.
“Para garantizar la calidad hay que mantener unas ratios, y el tema es que la financiación a la que pudimos optar para afrontar ese incremento de era solo para material inventariable, no cubre las necesidades adicionales que se generan de personal docente. Eso es un hándicap muy importante, y algo a valorar desde la Facultad, si nos seguimos manteniendo en la oferta de 150 plazas o si tenemos que volver a bajar a 135”, advierte la decana.
IGUALARSE A LA PRIVADA
Desde hace dos semanas, las universidades españolas están siendo noticia después del anuncio de medidas por parte del Gobierno para endurecer los criterios a la hora de crear nuevas, especialmente privadas. En Canarias, y más concretamente en Las Palmas, el grado en Medicina ya se puede estudiar de manera privada en la Universidad Fernando Pessoa, mientras que la Universidad del Atlántico Medio tiene previsto instaurarlo próximamente.
María del Mar Tavío Perez ve con buenos ojos que se “igualen” requisitos entre universidades públicas y privadas, “porque al fin y al cabo estamos formando a los mismos titulados”. No obstante, lo más importante para ella es que las universidades públicas cuenten con la financiación adecuada para poder competir con las privadas, puesto que, “al menos en Canarias”, solo un porcentaje “muy pequeño” del presupuesto global de la ULGPC va destinado a la matrícula de los alumnos. “Muchas veces, no podemos avanzar en todo aquello que querríamos por culpa de esa financiación”, lamenta la decana de Ciencias de la Salud.