Irse de viaje al extranjero significa sufrir el trastorno del cambio de horario. De repente estas en Nueva York y allí son las 12 de la mañana y aquí estamos amaneciendo. Es lo que conocemos con el nombre de jet-lag. A mayores zonas horarias se atraviesa, mayor probabilidad de sufrirlo tenemos.
Los síntomas son frecuentes son los siguientes:
Cansancio general, fatiga.
Problemas de sueño.
Disminución de la concentración, falta de memoria.
Cambios de humor, irritabilidad.
Molestias gastrointestinales: vómitos y diarreas.
Disminución del apetito.
Disminución de rendimiento físico.
¿Puede prevenirse?
No puede prevenirse, pero si existen diferentes formas de reducir su efecto.
Comenzar el viaje descansado.
Estar bien hidratado.
Adaptarse a los horarios del país que vayamos a visitar días antes del viaje
No consumir cafeína antes del vuelo
Utilizar el vuelo para descansar todo lo posible.
Se debe cambiar la hora del reloj durante el vuelo.
Hacer deporte a primera hora de la mañana