El vaginismo es una disfunción sexual caracterizada por el hecho de que se produce un espasmo muscular o contracción involuntaria de los músculos de la vagina que produce dolor y hace inviable la relación sexual, según explica Sanitas.
Muchas veces las mujeres se preguntan cuáles pueden ser las causas del vaginismo, pero lo cierto es que no se saben a ciencia cierta. En cuanto a las causas físicas, el vaginismo podría estar relacionado con la endometriosis, tumores, trastornos hormonales, procesos inflamatorios, complicaciones en el postparto o la simple menopausia. Aunque, también se cree que pueden estar relacionadas con un problema psicológico, por ejemplo: miedo a tener relaciones sexuales, experiencias traumáticas como la violación, inseguridad o miedo al rechazo.
El diagnóstico se establece basándose en la descripción que hace la mujer de la alteración y los antecedentes sexuales, que incluyen la niñez y la adolescencia.
El apoyo de la pareja resulta fundamental cuando se sufre vaginismo. Es muy importante que la pareja conozca el problema y lo entienda, para poder afrontarlo juntos. En muchas ocasiones es importante acudir a terapia de pareja para poder solucionarlo, ya que el problema puede venir por intentar forzar relaciones, culpar a la mujer o tener sensación de frustración.
TRATAMIENTOS
El tratamiento para el vaginismo depende de la causa que lo provoque. Entre los tratamientos más destacados están:
- Dilatadores vaginales: se trata de una serie de conos cilíndricos que se utilizan en casa para ir acostumbrando a insertar algo dentro de la vagina.
- Ejercicios de suelo pélvico: se utilizan junto con los dilatadores vaginales, para ir acostumbrando al cuerpo a contraerse y relajarse.
- Terapia sexual: si la causa de la enfermedad viene dada por un problema psicológico, la terapia sexual es la opción más recomendada para intentar solucionar el trauma.
- Cirugía: en casos donde la causa sea un estrechamiento de la vagina, se puede emplear la cirugía para extraer al paciente parte del tejido.