En España, un elevado número de personas que presentan infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) desconoce que están infectadas. El diagnóstico tardío de la infección es uno de los principales obstáculos de la respuesta a esta epidemia, ya que aumenta la morbimortalidad asociada, disminuye la respuesta al tratamiento e incrementa la tasa de transmisión y el coste de la asistencia sanitaria.
En este sentido, según destacan desde el Ministerio de Sanidad, dentro de los objetivos del Plan Estratégico de Prevención y Control del VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), se encuentra la promoción del diagnóstico precoz del VIH con el fin de disminuir la proporción de personas infectadas no diagnosticadas.
Y es que, señalan, ''la evidencia científica muestra que una única estrategia de incremento de realización de la prueba no es suficiente para reducir el retraso diagnóstico, por lo que es necesario mejorar el acceso a la prueba y a su realización, lo que incluye el uso de productos de autodiagnóstico''.
La sensibilidad es del 99,5%, (probabilidad de que un sujeto infectado por el VIH tenga en la prueba un resultado positivo) y la especificidad es del 99,9% (probabilidad de que un sujeto con prueba negativa no tenga la infección)
El autotest del VIH se trata de una prueba de detección de la infección por el VIH en la que la misma persona que se realiza la prueba recoge la muestra de sangre o saliva e interpreta el resultado del test. La obtención del resultado del test es inmediata (generalmente en menos de 20 minutos), no siendo necesario enviar la prueba a ningún laboratorio para obtener el resultado.
Esta prueba permite detectar la infección por el VIH-1 y VIH-2, aunque el resultado positivo debe ser confirmado mediante otra prueba de laboratorio estándar, para lo que deberá acudir a su médico.
Sobre la fiabilidad de la prueba, ninguna prueba de diagnóstico rápido es fiable al 100%. Generalmente un resultado negativo suele indicar que se está libre de infección. Son pruebas muy sensibles para que no escape ningún positivo, pero es imprescindible saber que cualquier resultado positivo exige ser confirmado mediante técnicas más específicas realizadas en laboratorios clínicos, por lo que es muy importante que acuda a su médico para confirmarlo, añaden desde Sanidad.
No obstante, la sensibilidad es del 99,5%, (probabilidad de que un sujeto infectado por el VIH tenga en la prueba un resultado positivo) y la especificidad es del 99,9% (probabilidad de que un sujeto con prueba negativa no tenga la infección).