Leer es una de los ejercicios que más beneficios aportan para la mente y el desarrollo de las personas.
Gracias a la lectura, se favorece la concentración ya que mientras se lee se generan más neuronas que cuando no lo hacemos. Ayuda a reducir el estrés, con la lectura se puede desconectar y olvidarnos de los problemas que nos rodean. Mejora la empatía, ya que las personas que leen están dispuestas a identificarse con otras personas y otros sucesos. Los lectores tienen más facilidad para ponerse en la piel del que tiene delante y eso siempre es una ventaja, ya que ayuda a mejorar las habilidades sociales.
Desde Sanitas, nos dan una serie de consejos que ayudaran a leer de una manera más sana.
Asegúrate de que tienes la luz apropiada, mejor si es lateral y sin reflejos.
Guarda una distancia mínima con el libro, la misma medida del antebrazo. Si utilizas un e-book, mantenlo a unos 35-40 cm de distancia de los ojos.
Recuerda parpadear, la concentración hace que leyendo lo hagamos menos de lo habitual, por eso es bueno hacer descansos cada cierto tiempo.
Si usas lentes de contacto, sé especialmente cuidadoso con el punto 3.
Elige el tamaño de la letra así como la tipografía adecuada si se trata de un e-book. El ojo agradece leer textos con una única tipografía y un mismo cuerpo de letra.
Si lees durante mucho tiempo puedes sufrir trastornos relacionados con el Síndrome de Fatiga Visual. Descansar los ojos, alternando la visión entre un objeto cercano y otro lejano, te ayudará.
Sométete a una revisión visual anual para la prevención y control de problemas visuales. Una visión correcta te permitirá disfrutar mucho más de la lectura.
Si tienes hijos, observa posibles síntomas que indican que puede existir un problema ocular: si se acerca mucho a los libros, inclina el cuello cuando lee o se frota los ojos con frecuencia.
La primera revisión ocular infantil se recomienda que se realice con 5 años, puesto que a esa edad el niño generalmente ya colabora en la toma de agudeza visual de forma fiable.