La presbicia es la pérdida gradual de la capacidad de los ojos para enfocar objetos cercanos. Por lo general, empieza a notarse entre los 40 y 45 años y continúa empeorando hasta alrededor de los 65 años.
Además de la edad, existen otros factores de riesgo para desarrollar presbicia. Por ejemplo, tal y como explican desde Mayo Clinic, tener hipermetropía o determinadas enfermedades, como diabetes, esclerosis múltiple o enfermedades cardiovasculares, puede aumentar el riesgo de presbicia prematura, que es la presbicia en personas menores de 40 años.
La presbicia es la pérdida gradual de la capacidad de los ojos para enfocar objetos cercanos
Por otro lado, algunos medicamentos están asociados con síntomas de presbicia prematura, entre ellos, los antidepresivos, antihistamínicos y diuréticos.
Según el Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos, los síntomas que indican un problema de presbicia son: dificultad para leer letras pequeñas, problemas para ver objetos cercanos, dolores de cabeza, fatiga visual y tendencia a leer a una distancia mayor para ver las letras con más claridad.
La presbicia se diagnostica mediante un examen ocular básico, que incluye una evaluación de la refracción y un examen de salud ocular. Puede ser necesaria la dilatación de las pupilas.
El objetivo del tratamiento es compensar la incapacidad de los ojos para enfocar objetos cercanos. Por ello, el método más eficaz para tratarlo es el uso de gafas.