El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad grave y de larga duración que afecta a muchos sistemas del cuerpo. La fatiga empeora con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso.
''Cualquier persona puede tener síndrome de fatiga crónica, pero es más común entre los 40 y 60 años. Las mujeres adultas lo presentan con mayor frecuencia que los hombres. Además, los blancos son más propensos que otras razas en ser diagnosticados con el síndrome, pero muchas personas con síndrome de fatiga crónica no han sido diagnosticadas con él'', añade la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Según Mayo Clinic, los síntomas del síndrome de fatiga crónica pueden variar de una persona a otra, y la gravedad de estos puede fluctuar de un día para otro: dolor de garganta, dificultad para concentrarse, dolor muscular, dolor de cabeza y mareos.
El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad grave y de larga duración que afecta a muchos sistemas del cuerpo
Otro síntoma característico es la dificultad para conciliar el sueño. ''Las personas con este síndrome podrían no sentirse mejor o menos cansadas, incluso después de haber dormido toda la noche. Algunas pueden tener dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormidas'', explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El síndrome de la fatiga crónica puede ser difícil de diagnosticar, por lo que el profesional sanitario debe descartar otras enfermedades antes de hacer un diagnóstico de síndrome de fatiga crónica. Para ello se tendrá en cuenta: historia clínica del paciente y su familia, condición actual (incluyendo síntomas), examen completo de estado físico y mental, y pruebas de orina y sangre, detalla la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
No hay una cura o un tratamiento específico para el síndrome de la fatiga crónica, por lo que el objetivo se centra en reducir los síntomas de la enfermedad.