La agorafobia es un tipo de ansiedad que se manifiesta como el miedo o ansiedad por estar en un lugar de donde es difícil de escapar. Por ejemplo, hay gente que tiene miedo a las multitudes, a os puentes o a estar en espacios abiertos o cerrados.
Las cifras demuestran que se trata de una enfermedad silenciosa que afecta a muchas personas. Alrededor del 30 al 50% de las personas con agorafobia presentan también un trastorno de angustia. Alrededor del 2% de las mujeres y el 1% de los hombres presentan agorafobia durante algún período de 12 meses. La mayoría de las personas afectadas desarrollan la agorafobia alrededor de los 35 años de edad.
Los principales síntomas de la agorafobia se pueden dividir en dos grupos; físicos y psicológicos. Los síntomas psicológicos son el temor a quedarse solo, el miedo a sentir que estás en un lugar del que no puedes escapar, la dependencia de otras personas, sentimientos de desesperanza, tener agitaciones inusuales, sentimiento de separación o distanciamiento de otras personas o sentir que el cuerpo es irreal.
Alrededor del 30 al 50% de las personas con agorafobia presentan también un trastorno de angustia.
Entre los síntomas físicos destacan la molestia o el ardor torácico, la asfixia, mareos y desmayos. Náuseas y malestar estomacal. Dificultad para respirar, sudoración, temblor y corazón acelerado.
Tras la pandemia provocada por el Covid-19, los datos de personas que comenzaron a sufrir agorafobia comenzaron a ascender como la espuma. En España, se incrementó en un 30%.