La sialorrea es una patología que se caracteriza por la acumulación excesiva de saliva o, dicho de manera más coloquial, por el babeo crónico.
La acumulación del flujo salival en la boca puede tener dos orígenes.Por un lado, la excesiva producción de saliva que está relacionada con el uso de determinados medicamentos o fármacos y, por otro, la dificultad para tragar la saliva que se segrega.
En lo que respecta a esta segunda causa, los niveles de producción de saliva son adecuados. Sin embargo, la acumulación se debe a una enfermedad neurológica, que provoca que la persona no sea consciente de la hipersalivación.
La sialorrea es una patología que se caracteriza por la acumulación excesiva de saliva o, dicho de manera más coloquial, por el babeo crónico
A priori, el diagnóstico parece sencillo ya que podremos sospechar que estamos ante un caso de sialorrea cuando existe un babeo continuo. Sin embargo, hay otros síntomas que nos pueden hacer pensar que estamos siendo afectados por un problema de hipersalivación.
Dichos síntomas varían en función de la intensidad del problema:
- Descamación de los labios
- Dermatitis en la zona del mentón
- Fatiga muscular, ocasionada por el esfuerzo de tener que tragar el excedente de saliva
- Alteración en el sentido del gusto
¿CÓMO SE TRATA?
En primer paso para solucionar este problema es identificar la causa para, en la medida de lo posible, acabar con ella.
Aunque pueden existir más opciones terapéuticas, las dos más habituales son:
1. Tratamiento farmacológico
Si la sialorrea tiene su origen en el uso de determinada medicación, una solución podría pasar por la suspensión del medicamento que la provoca. Es decir, se puede suprimir o sustituir por uno alternativo, cuyo efecto adverso no sea la segregación incontrolada de flujo salival.
En otros casos, será necesario prescribir medicamentos para el exceso de saliva: atropínicos, antiespasmódicos o neuropsicótropos. Sin embargo, su administración debe estar muy controlada por un médico.
En principio, estos medicamentos no deben utilizarse de forma prolongada. Además, pueden tener efectos secundarios, están contraindicados en algunos pacientes y causan interacción con determinados fármacos. Por tanto, a la hora de pautarlos se deben tener muy en cuenta las circunstancias de cada paciente y la intensidad de la sialorrea.
2. Tratamiento quirúrgico
Además de prescribir medicación, existe la posibilidad de llevar a cabo un tratamiento quirúrgico. Este consiste en extraer determinadas glándulas salivales o ligar los conductos que liberan la saliva. La cirugía se reserva a los pacientes que no responden al tratamiento farmacológico o a aquellos a los que el exceso de saliva imposibilita hacer una vida normal.