En los últimos 20 años, la oncofertilidad es una de las especialidades que está logrando una fuerte relevancia, ya que más del 80% de los pacientes sobreviven a un cáncer con una excelente calidad de vida. Sin embargo, hemos experimentado un aumento de casos de cáncer ginecológicos de personas en edad reproductiva y cáncer infantil.
Además, recientemente se ha experimentado un aumento exponencial de casos de cáncer de colon y pulmón por el aumento de mujeres fumadoras. Por ello, la oncofertilidad como disciplina trabaja por mejorar la salud reproductiva de aquellas pacientes que superan el cáncer con el objetivo de que puedan plantearse un proyecto familiar una vez superada la enfermedad.
Con las medidas de preservación de fertilidad adecuadas, más del 50% de los pacientes tienen un hijo con sus propios gametos
Otro factor a tener en cuenta es el retraso de la maternidad que, en España, sitúa la edad media del primer parto entre los 27 y los 32 años. Esta tendencia provoca que la edad de embarazo y la edad de riesgo de cáncer coincidan cada vez más, especialmente a partir de los 40 años.
Pero, ¿qué posibilidades hay de tener un hijo después de un cáncer?
Para conocerlas, os dejamos cuatro aspectos a tener en cuenta para cuidar la salud reproductiva y conocer las posibilidades de tener un hijo después de un cáncer:
- Preservar la fertilidad. Ante un diagnóstico de cáncer, es imprescindible como paciente conocer las distintas opciones de las que dispone para preservar su fertilidad. Desde técnicas que pueden reducir los riesgos del tratamiento oncológico sobre su futura fertilidad, hasta técnicas que permiten preservar gametos (óvulos o semen) o embriones para poder ser madre en el futuro.
- Recopilar la máxima información posible. Una vez superado el tratamiento oncológico, es necesario recopilar toda la documentación para garantizar que la gestación es segura, y poder saber el momento idóneo y el método a seguir para conseguir un embarazo.
- Acompañamiento psicológico. Es clave el apoyo psicológico de la paciente en este momento de gran angustia por el cáncer, al mismo tiempo en que debe plantearse preguntas sobre su futuro reproductivo.
- Tener una imagen global con opciones personalizadas. Evaluar los riesgos del tratamiento oncológico sobre la gestación, y de la gestación sobre el riesgo de recurrencia del cáncer. Se debe decidir conjuntamente qué opciones son posibles, y cuáles suponen un riesgo excesivo o que no podemos asumir.