Los chicles están formados por una base de goma sintética, conservantes, edulcorantes que no aportan ningún valor desde el punto de vista nutricional.
Una vez se traga el chicle, éste va sufrir el mismo proceso que el resto de los alimentos cuando se ingieren, con la diferencia de que la mayor parte de la goma sintética que conforma el chicle no se puede digerir, siendo eliminada tras pasar por el tubo digestivo sin producir ningún daño en el aparato digestivo.
Los chicles están formados por una base de goma sintética, conservantes, edulcorantes que no aportan ningún valor desde el punto de vista nutricional
Por ello, es cierto que el cuerpo no puede digerir el chicle, pero no se queda en el estómago, sino que se mueve a través del aparato digestivo y se elimina con las heces.
En muy raras ocasiones, grandes cantidades de chicle ingeridas combinadas con el estreñimiento han bloqueado los intestinos de los niños. Por esta razón es que se debe desalentar la ingestión frecuente de chicle, especialmente en niños.