¿Te muerdes las uñas constantemente? ¿Has intentado de todas las maneras pero no eres capaz de dejar de hacerlo? Si es así, estás sufriendo onicofagia, término técnico que se utiliza para referirse al hábito de morderse las uñas, un trastorno nervioso bastante frecuente que se da tanto en adultos como en niños.
Este tipo de trastorno tiene una consecuencia, hacerse daño en las uñas y provocarse la aparición de heridas y otras lesiones en los dedos. Además, también puede provocar problemas en la dentadura dental llegando incluso a provocar en muchos casos la necesidad de una ortodoncia.
Este tipo de problemas se suelen iniciar en la niñez, entre los tres y los 16 años, como “respuesta a situaciones de estrés, cansancio o incluso aburrimiento, aunque hay una tendencia a que este vicio se reduzca”, señalan.
Este trastorno puede provocar problemas en la dentadura dental llegando incluso a provocar en muchos casos la necesidad de una ortodoncia
Viendo los problemas que tiene el morderse las uñas, resulta fundamental conocer formas o consejos para dejar de hacerlo. Desde Sanitas dan una serie de recomendaciones:
- Se puede recurrir a un odontólogo para que éste confeccione una férula especial que impida que se puedan juntar los incisivos superiores e inferiores e imposibilitar así que se pueda cortar la uña con los dientes. El tratamiento puede durar un mes y medio antes de que el paciente logre erradicar este hábito y ocho para recuperar la estética de los dedos.
- Utilizar un producto de farmacia que es un esmalte de uñas incoloro y muy amargo de sabor, tanto que provocará el rechazo cada vez que una persona con onicofagia se llevo el dedo a la boca.
- Envolver las puntas de todos los dedos con tiritas o esparadrapo de modo que se interponga entre la uña y los dientes.
- Mascar chicles (“sin azúcar, por supuesto”)
- Sustituir el acto reflejo por una ocupación que exija concentración y que le ayude a olvidarse de las uñas.
- Hacer ejercicio físico, puesto que ayuda a combatir situaciones de ansiedad.