El metronidazol es un fármaco antibacteriano y antiparasitario que se inventó originalmente para combatir la tricomoniasis, una Enfermedad de Transmisión Sexual, aunque hoy en día se pueden tratar más padecimientos, tales como vaginosis bacteriana, neumonía por aspiración, colitis pseudomembranosa, rosácea, amebiasis y giardiasis, enfermedad inflamatoria pélvica, infecciones por la bacteria Helicobacter pylori, así como infecciones intraabdominales provocadas por las bacterias: Bacteroides spp, Clostridium spp, Prevotella spp, Porphyromonas spp, Fusobacterium spp o Bilophila wadsworthia.
Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), el metronidazol está disponible en el mercado por vía oral, en forma de comprimidos y suspensión oral; por vía vaginal, en forma de comprimidos vaginales; por vía tópica, en forma de gel y crema o como inyectable intravenoso
La dosis a emplear y la duración del tratamiento dependen de la localización de la infección y de su gravedad, así como de la presentación del medicamento, y tienen que ser definidas por el médico.
Metronidazol también está catalogado como un antibiótico, por lo que actúa en infecciones provocadas por bacterias en hígado, articulaciones, piel, estómago, vías respiratorias, vagina y cerebro
Por ejemplo para adultos, en el tratamiento de las infecciones de la piel que cursan con inflamación se suele aplicar sobre la piel limpia una fina capa de gel dos veces al día (mañana y noche) durante 3 o 4 meses. Para las infecciones vaginales se suele introducir un comprimido vaginal por las noches durante 10-20 días y generalmente se suele acompañar de tratamiento por vía oral.
En niños, la dosis a emplear y la duración del tratamiento dependen del peso del niño, de la localización de la infección y de su gravedad. Está indicado para el tratamiento de una amplia variedad de infecciones, siempre que se demuestre previamente que la bacteria o el parásito causante es sensible al efecto de metronidazol.
Las reacciones adversas más frecuentes en tratamientos sistémicos con metronidazol son náuseas y dolor de cabeza. Por vía tópica, puede producir enrojecimiento transitorio e irritación. Entre las principales recomendaciones, es fundamental no usar metronidazol sin receta médica, ya que un antibiótico que te fue útil la última vez no tiene por qué serlo ahora. Además, es importante que tomes o apliques el medicamento a las horas y durante el periodo de tiempo que te haya indicado el médico.