El estrabismo es un movimiento ocular donde los ojos no se alinean en la misma dirección, presentándose una mirada de ojos cruzados o bizcos. Se produce por el desequilibrio de los músculos que controlan los movimientos oculares, según explica el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO). Este trastorno suele aparecer en el nacimiento o los primeros años de vida.
Las causas del estrabismo pueden ser muy diferentes: desde problemas hereditarios hasta otras causas como el mal funcionamiento de uno de los ojos,problemas de los músculos extraoculares, estrabismo acomodativo y estrabismo ocasional.
Los síntomas más comunes de estrabismo son: fatiga visual, visión doble, superposición y confusión de imágenes, sensación de pesadez, dificultades para realizar actividades como leer y perdida de la percepción de profundidad.
TIPOS DE ESTRABISMO Y TRATAMIENTOS
Podemos clasificar el estrabismo en cuatro tipos diferentes.
- Endotropías: aparece cuando los ojos están desviados hacia dentro. Puede ser de dos tipos, acomodativa causada por el esfuerzo al intentar de aclarar una imagen y no acomodativa cuando el esfuerzo es demasiado grande y sobrepasamos el limite acomodativo.
- Exotropías: cuando los ojos se desvían hacia afuera. Cuando los pacientes presentan esta alteración de manera ocasional lo conocemos como “exotropía intermitente” y cuando el problema se presenta en un solo ojo lo conocemos como “exotropía alternante”.
- Hipotropías: los pacientes con este tipo de estrabismo presentan una orientación del ojo hacia abajo.
- Hipertropías: presentan una orientación del ojo hacia arriba.
Para tratar este tipo de problemas, existen tratamientos que pueden ayudar a solventar el problema. Con la terapia visual: se realizan ejercicios oculares para mejorar la percepción visual y el desalineamiento. Las gafas pueden ayudar a resolver ángulos de desviación pequeños que provoquen pequeños casos de estrabismo. No modifican la posición de los ojos y alivian la visión doble. Inyecciones de toxina botulínica en los músculos para estabilizar la función muscular y aliviar los síntomas propios de la desviación.