El estreñimiento es una afección en la cual la persona podría tener menos de tres evacuaciones a la semana. Para poner solución al problema, muchas veces se utilizan laxantes que pueden ayudar a aliviar y prevenir el estreñimiento. Sin embargo, no todos los laxantes son seguros para su uso a largo plazo.
El estreñimiento viene muchas veces causado por varios factores como una alimentación deficiente, una baja ingesta de líquidos, la falta de actividad física y el uso de determinados medicamentos.
Tal y como señalan desde Mayo Clinic, el uso abusivo de laxantes puede suponer un problema que nos vuelva dependientes a la hora de ir al baño. Si presentas alguno de los siguientes síntomas, es importante que busques atención médica.
Calambres o dolores abdominales intensos
Cambios inexplicables en los patrones de defecación
Diarrea intensa
Heces con sangre o sangrado rectal
Estreñimiento que dura más de siete días a pesar del uso de laxantes
Debilidad o cansancio fuera de lo común
Mareos
TIPOS DE LAXANTES
Los laxantes funcionan de diferentes maneras, y la eficacia de cada tipo de laxante varía según la persona. Estos son los principales tipos y sus efectos secundarios:
- Osmóticos por vía oral. Hinchazón, calambres, diarrea, náuseas, gases, aumento de la sed
- Formadores de masa por vía oral. Hinchazón, gases, calambres o aumento del estreñimiento si no se los toma con suficiente agua
- Ablandadores de heces por vía oral. Desequilibrio electrolítico por uso prolongado
- Estimulantes por vía oral. Eructos, calambres, diarrea, náuseas, decoloración de la orina por uso de derivados de sen y cáscara sagrada
- Supositorios por vía rectal. Irritación rectal, diarrea, calambres