En la oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO, por sus siglas en inglés), la sangre se bombea fuera del cuerpo a una máquina de circulación extracorpórea que elimina el dióxido de carbono y devuelve la sangre rica en oxígeno a los tejidos del cuerpo.
Puede usarse para ayudar a las personas que están muy enfermas con afecciones cardíacas o pulmonares o que están esperando un trasplante de corazón, o recuperándose de uno. La oxigenación por membrana extracorpórea no trata ni cura las enfermedades, pero puede ayudar cuando el cuerpo temporariamente no puede proveer a los tejidos con suficiente oxígeno.
Afecciones cardiacas en las que se puede utilizar ECMO.
Ataque cardíaco (infarto agudo de miocardio)
Enfermedad del músculo cardíaco (miocardiopatía descompensada)
Inflamación del músculo cardíaco (miocarditis)
Reacción a una infección, que podría poner en riesgo la vida (septicemia)
Temperatura corporal baja (hipotermia grave)
Complicaciones después de un trasplante
Choque causado porque el corazón no bombea suficiente sangre (choque cardiogénico)
RIESGOS
Los riesgos más comunes que pueden ocurrir con la (OMEC) incluyen: sangrado, coágulos sanguíneos (tromboembolia), trastornos de la coagulación sanguínea (coagulopatía), infección, pérdida de sangre en manos, pies, o piernas (isquemia en extremidades), convulsiones y accidente cerebrovascular (parte del cerebro se daña por pérdida de sangre o por un vaso sanguíneo que se rompe)