La diplopía o visión doble es una alteración de la visión que consiste en la percepción de dos imágenes de un mismo objeto. Puede ser horizontal, vertical o diagonal, dependiendo del lugar en el que aparece la imagen duplicada (al lado, encima, debajo o en diagonal al objeto).
La diplopía puede ser de dos tipos: monocular que es la que aparece cuando vemos con un ojo estando el otro tapado. Puede estar causada por: astigmatismo, cataratas u otras alteraciones que producen opacidades en los medios trasparentes del ojo, sequedad ocular; binocular que es la que está presente cuando el paciente tiene los dos ojos abiertos, pero desaparece al tapar uno de los dos ojos, es decir, el paciente ve doble cuando tiene los dos ojos abiertos y no tiene visión doble si cierra un ojo. Está causada por una falta de paralelismo de los ojos (estrabismo), o por una descompensación del mismo, una enfermedad neurológica o vascular, también por una parálisis ocular, una enfermedad tiroidea, entre otras.
Para tratar la diplopía puede ser necesario utilizar gafas o lentillas, prismas, oclusiones, penalizaciones, toxina botuleinica o cirugía
La diplopía puede ser constante (todo el tiempo) o intermitente (aparece y desaparece) y también se puede clasificar en horizontal, vertical u oblicua según en la posición en la que se vea la segunda imagen respecto a la primera. En ocasiones, podremos ver un ojo francamente desviado respecto al otro (estrabimo) y otras veces está desviación es mínima y difícil de apreciar. El paciente puede también quejarse de fatiga ocular, visión borrosa o con sombra, dificultad para ver en profundidad o calcular distancias, mareo y visión de dos imágenes.
Respecto al tratamiento, puede ser necesario utilizar gafas o lentillas, prismas, oclusiones, penalizaciones, toxina botuleinica o cirugía.