La vagina cuenta con un ecosistema de microbios que debemos cuidar diariamente para mantenerlo en un perfecto equilibrio, ya que realiza numerosas funciones en beneficio de nuestra salud íntima, relacionadas con procesos fisiológicos como el desarrollo de la inmunidad, la resistencia a infecciones, o la biodisponibilidad de nutrientes.
Cuando este microbioma vaginal (vaginoma) se perturba, la acidez de la flora vaginal se altera y esto puede desencadenar diferentes infecciones por hongos, levaduras o bacterias.
Cuando el pH vaginal se ve alterado por factores no naturales, se favorece la presencia de molestias como picor, ardor, irritación y enrojecimiento
En la mayoría de los casos, la composición del microbioma vaginal se ve afectada a causa de un desequilibrio en el pH vaginal que suele originarse ante situaciones rutinarias como el uso de sustancias químicas o tejidos que irritan o provocan reacciones alérgicas locales.
¿Qué sucede cuando se desequilibra nuestro pH vaginal?
Belén Gómez, ginécologa en el Hospital Infanta Leonor, recuerda que el pH es un elemento que fluctúa ya que “durante la época fértil de la mujer, el pH vaginal se sitúa en torno a 4.5-5. Antes de esta época, en la menarquia (antes de tener la regla), el pH vaginal es en torno a 7, al igual que en la menopausia. Este pH de una mujer fértil se eleva ligeramente durante la menstruación, y es menor durante el embarazo”.
Cuando el pH vaginal se ve alterado por factores no naturales, se favorece la presencia de molestias como picor, ardor, irritación y enrojecimiento, así como la aparición de infecciones vaginales como vaginosis bacteriana, infección vaginal por protozoos, así como candidiasis.
Ahora, con la llegada del verano vivimos situaciones en las que nuestra zona íntima se enfrenta a condiciones poco favorables, como por ejemplo un exceso de humedad a consecuencia de un bikini mojado, por lo que resultará trascendental que hagamos todo lo posible para cuidar nuestra zona vaginal y contribuir también a mantener un pH equilibrado.
Para conseguirlo, debemos utilizar productos específicos para la zona íntima que te ayudarán a mantener la salud vaginal y los niveles ideales del pH, ya que “un gel de higiene íntima tiene un pH más ácido, agentes limpiadores más suaves y además está testado bajo control ginecológico”, explica Gómez.