El cistocele es la protrusión de la vejiga urinaria sobre la pared anterior del conducto vaginal. ''Se produce como consecuencia de debilidad en los tejidos y fascias que sostienen la vejiga en su posición normal, tendiendo esta a desplazarse hacia abajo por la fuerza de la gravedad'', señala la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
Un cistocele puede afectar a mujeres de cualquier edad, pero la probabilidad de desarrollar un cistocele aumenta con la edad porque, con el tiempo, los músculos y tejidos se debilitan.
El cistocele es la protrusión de la vejiga urinaria sobre la pared anterior del conducto vaginal
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, entre otros factores que aumentan el riesgo de desarrollar un cistocele se incluyen: dar a luz por parto vaginal, tener antecedentes de cirugía pélvica como histerectomía, tener sobrepeso u obesidad y tener antecedentes familiares de prolapso de órganos pélvicos.
Muchas mujeres que tienen un cistocele no presentan síntomas, pero entre los más frecuentes se incluyen: un bulto o protuberancia vaginal o la sensación de que algo se está saliendo por la vagina, o presión en la vagina o la pelvis.
Otros síntomas podrían incluir: incontinencia urinaria, flujo de orina lento, sensación de no haber vaciado completamente la vejiga después de orinar y micción frecuente o urgente.
''El tratamiento depende de los síntomas, de la gravedad del prolapso anterior y de si se tiene alguna afección relacionada, como incontinencia urinaria o más de un tipo de prolapso de órganos pélvicos. Por lo general, los casos leves (aquellos que presentan pocos síntomas o ninguno evidente) no requieren tratamiento'', concluyen desde Mayo Clinic.