El ácido hialurónico es el tratamiento médico-estético más demandado en los últimos años. Según la doctora Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y experta en medicina estética facial, "es una molécula muy versátil que vale tanto para hidratar la piel, como para prevenir las arrugas y corregir la flacidez".
Pero, ¿qué es? Es un producto natural, que está presente en nuestro organismo y que se tolera muy bien. Hidrata profundamente, porque llega a las capas más profundas, actuando como un auténtico ''andamio'' y promoviendo la producción de colágeno. Sirve para tratar las arrugas de todo el rostro, para reponer volúmenes perdidos y tensar los tejidos.
El ácido hialurónico se inyecta usando agujas de pequeño calibre o cánulas finas a nivel subcutáneo o en el interior de la grasa facial
¿En qué consiste? El ácido hialurónico se inyecta usando agujas de pequeño calibre o cánulas finas a nivel subcutáneo o en el interior de la grasa facial. Se utiliza anestesia tópica para que sean menos dolorosas. El paciente puede continuar con su vida habitual.
¿Dónde se puede aplicar? En cejas, pómulos, mentón, mandíbula, labios, ojeras, surco nasogeniano, pliegue de amargura, cuello, arrugas del entrecejo, de la frente y patas de gallo.
El ácido hialurónico es una sustancia biocompatible y reabsorbible, cuya duración puede llegar a los 2 años. Además, aunque el producto se haya reabsorbido, el efecto de corrección perdura más tiempo, por la regeneración del colágeno y del propio ácido hialurónico de la piel.