Las declaraciones de la exministra de Medioambiente francesa, Ségolène Royal, sobre los alimentos producidos en España ha avivado aún más la polémica en medio de las protestas de los agricultores en distintos puntos de Europa, que tuvieron su origen en Francia. A las imágenes de los tractores franceses cortando carreteras y de camiones de alimentación asaltados, muchos de ellos de procedencia ibérica, ahora se suman las duras palabras de Royal contra el tomate español:
“¿Habéis probado los tomates bio españoles? Son incomestibles”, manifestaba en riguroso directo la exministra en la cadena BFM, a lo que añadía que mezclar los tomates bio españoles con los franceses en el supermercado es “engañar al consumidor”.
"Le invito a que venga a España a que pruebe cualquiera de las variedades y verá que el tomate español es imbatible"
Frente a estas declaraciones, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha salido en defensa del “imbatible” tomate español: “La señora Royal no ha tenido la fortuna de probar el tomate español, le invito a que venga a España a que pruebe cualquiera de las variedades y verá que el tomate español es imbatible”, sentenciaba Sánchez.
A raíz de la polémica surgida en torno al tomate, desdeConSaludqueremos recordar las propiedades de esta hortaliza indispensable, especialmente para la dieta mediterránea. A su color rojo característico contribuye el lipoceno, un pigmento carotenoide presente en algunos vegetales con efectos antioxidantes. El tomate es, de hecho, una rica fuente de antioxidantes, gracias a su altísimo contenido en agua. Estas son unas sustancias naturales esenciales para prevenir y reparar el daño celular, así como para la depuración del organismo.
También tiene un alto contenido de vitamina A, en concreto, en forma de carotenoides provitamina A. Esta sustancia contribuye a la formación de los distintos tejidos del cuerpo, necesaria para el correcto funcionamiento y desarrollo celular. Además, el tomate es la hortaliza que contiene mayor concentración de vitaminas del grupo B, especialmente de ácido fólico, y, por otro lado, una ración de tomate cubre el 61% de la ingesta de vitamina C diaria recomendada.
El tomate es fuente de vitaminas A, B, C y K
Junto a estas, conviene resaltar también su contenido en vitamina K, sustancia que controla la coagulación de la sangre y, por lo tanto, muy saludable para contribuir al sistema cardiovascular. De hecho, desde la Fundación Española del Corazón indican que el consumo de este alimento tiene la capacidad de disminuir el riesgo de ictus en un 59%.
El tomate aporta otras sustancias indispensables para el organismo, como estos minerales: el potasio y el magnesio. El potasio favorece el correcto funcionamiento del sistema nervioso y ayuda al buen funcionamiento del corazón, mientras que el magnesio colabora en la formación de las proteínas, material genético en las células y masa ósea y ayuda a controlar los picos de glucosa en sangre.
Entre sus múltiples propiedades, desde la Fundación destacan que el consumo del tomate aporta una acción antiinflamatoria, previene de la formación de trombos, disminuye el riesgo de padecer determinados tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares y, también, de osteoporosis. Además, protege el tejido cutáneo de los radicales libres (especialmente de los rayos solares) y contribuye a mejorar la capacidad cognitiva. Su bajo contenido en sodio lo convierte en diurético, facilitando la eliminación de líquidos y la depuración del organismo.