Los frutos secos son unos de los alimentos que más gustan a la población. Los podemos encontrar de muchas variedades diferentes, desde castañas hasta nueces y almendras. Todos se pueden consumir tal cual se recogen o introduciéndolos en diferentes recetas. ¿Conoces cuales son sus beneficios?
Las nueces, en concreto, tienen un bajo contenido de hidratos de carbono, son ricas en proteínas, minerales de fácil absorción (potasio, fósforo y magnesio), oligoelementos (zinc, cobre y manganeso), fibra insoluble y vitaminas B1, B2, B3 y B6.
Además, según la Fundación Española del Corazón, poseen en su composición ácidos grasos poliinsaturados, (en su mayoría Omega 3) un tipo de grasa que tiene efectos cardiosaludables gracias a su efecto antiinflamatorio, antitrombótico y antiarrítmico.
Gracias a estas propiedades, las nueces ayudan a regular el colesterol y mejorar la circulación sanguínea, debido a su contenido en vitamina B3, una clase de vitamina que impulsa el movimiento de la sangre por el organismo.
Asimismo, su alta concentración en polifenoles ayuda a mejorar la función cerebral, haciendo que favorezca la memoria y la capacidad de aprendizaje. También, ayudan al sistema inmunitario ya que la vitamina E y los antioxidantes de este fruto seco estimulan la producción de anticuerpos.
Igualmente, gracias a su aporte de fibra, las nueces ayudan a regular el tránsito intestinal y combatir el estreñimiento.