El ginseng se extrae de una raíz originaria de China, más concretamente de un tipo de planta del género Panax con un alto contenido en ginsenósidos. Estos compuestos son los encargados de darle al ginseng las propiedades estimulantes por las cuales alcanzó su fama hace unos años. Para que del ginseng sea lo más efectivo posible, necesita tener seis años de maduración en el suelo y al menos 10 años en barbecho.
El ginseng es una raíz de la cual se extrae las infusiones que dan a esta bebida sus numerosas propiedades. De entre estas propiedades, encontramos un alto contenido en vitaminas y aminoácidos, especialmente del grupo B y C. También es una gran fuente de aceites esenciales propios de esta planta con propiedades hidratantes y desintoxicantes.
Debido a las propiedades nutricionales del ginseng, este ofrece una gran serie de ventajas para nuestro cuerpo que es lo que ha hecho que adquiriese la fama que alcanzó hace unos años. Pero, ¿es realmente esta fama merecida? ¿es tan beneficioso como nos lo vendieron? Para responder esto, hay que aclarar que, como en todo producto que alcanza cierta popularidad, se enaltece las características de éste, pero para que esta infusión natural se lleve utilizando tantos años, algo bueno tiene que tener.
El ginseng es una raíz de ha puesto muy de moda hace unos años debido a sus propiedades antioxidantes y estimulantes naturales
Y es que es cierto, el ginseng rojo produce efectos muy beneficiosos para nuestro cuerpo, como pueden ser el ya conocido “chute de energía” que nos ofrece, y en este caso es cierto, ya que conseguimos un efecto estimulante en el cerebro que nos hace sentirnos con mayor energía.
También funciona muy bien a la hora de reactivar la actividad cerebral, por lo que, si tienes a la vista una tarea que requiera de un sostenimiento prolongado de la actividad mental, el ginseng rojo puede ser una gran opción. Y, además, es una buena opción si lo que se quiere es un aumento del líbido, ya que fomenta la producción de testosterona en el caso de los hombres y de estrógenos en las mujeres. Esto incrementa el deseo sexual en ambos, y en personas que sufran de problemas de erección, facilita el flujo de sangre hasta el pene, lo que mejora el desempeño de la actividad sexual.