Comer verdura aporta múltiples beneficios para la salud. Uno de las más consumidas en España es el calabacín. Según las cifras del Ministerio, en los últimos años se ha aumentado su consumo en más de un 10%. Su éxito se debe, entre otras, a que se trata de una hortaliza que puede consumirse durante todo el año y su precio asequible.
Se cultiva en los huertos de la zona mediterránea y al ser un alimento muy sensible al frio es necesario protegerlo con un plástico para que las bajas temperaturas no lo afecten. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), se trata de un alimento con menor contenido calórico. Pertenece a la misma familia botánica que la calabaza, aunque no aporta los mismos nutrientes. Aporta cantidades inferiores de fibra y una proporción de agua mayor. Al contrario que la calabaza es un alimento bajo en B-carotenos. Una ración de 220 gramos cubre el 74% de las ingestas recomendadas de vitamina en hombres y mujeres de entre 20 y 39 años.
Una ración de 220 gramos cubre el 74% de las ingestas recomendadas de vitamina en hombres y mujeres de entre 20 y 39 años
Entre sus principales beneficios se encuentran:
- Ayuda a controlar el colesterol. Los estudios han demostrado que la fibra dietética que contiene el calabacín colabora para reducir los niveles de colesterol. Además, los altos niveles de vitamina A y C contribuyen a la disminución del riesgo de la aterosclerosis.
- Controla la presión arterial. Reducen los niveles de presión arterial y el riesgo de sufrir hipertensión gracias a su alto contenido en potasio y magnesio.
- Ayuda a prevenir el envejecimiento. Tal y como señala la Fundación Española de la Nutrición (FEN), es un alimento rico en vitamina A y C, por lo que gracias a su gran poder antioxidante ayuda a mantener una piel sana y a luchar contra los radicales libres.
- Disminuye el riesgo de sufrir cáncer de próstata. Diversos estudios han demostrado que el calabacín tiene efectos positivos en el tratamiento de la hipertrofia o hiperplasia prostática benigna.
- Mejora la salud ocular. El calabacín favorece la función cerebral y por lo tanto el resto del sistema visual durante el proceso de visión. Además, gracias a que son alimentos con un alto contenido en luteína y zeaxantina, ayudan a cuidar de la salud ocular.