El omeprazol es un medicamento utilizado para tratar los síntomas de enfermedad por reflujo gastroesofágico , úlceras en la parte superior del intestino o en el estómago, úlceras infectadas por Helicobacter pylori, úlceras causadas por medicamentos denominados AINEs y exceso de ácido en el estómago provocado por un tumor en el páncreas.
Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), no se debe tomar omeprazol en los siguientes casos: si eres alérgico al omeprazol o cualquiera de los componentes de este medicamento, si eres alérgico a medicamentos que contengan inhibidores de la bomba de protones o si estás tomando un medicamento que contenta nelfinavir.
Al igual que todos los medicamentos, este puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran. Según la Aemps, algunos de los posibles efectos adversos son:
Efectos adversos frecuentes (puede afectar hasta 1 de cada 10 personas)
Dolor de cabeza.
Efectos en el estómago o el intestino: diarrea, dolor de estómago, estreñimiento y gases (flatulencia).
Náuseas o vómitos.
Pólipos benignos en el estómago.
Efectos adversos poco frecuentes (puede afectar hasta 1 de cada 100 personas)
Hinchazón de los pies y los tobillos.
Trastornos del sueño (insomnio).
Mareo, sensación de hormigueo, somnolencia.
Sensación de que todo da vueltas (vértigo).
Alteraciones de los análisis de sangre que sirven para comprobar el funcionamiento del hígado.
Erupción en la piel, habones y picores.
Sensación de malestar general y falta de energía.
Efectos adversos raros (puede afectar hasta 1 de cada 1.000 personas)
Problemas en la sangre, como disminución de los glóbulos blancos o las plaquetas. Esto puede causar debilidad o hematomas y aumentar la probabilidad de contraer infecciones.
Reacciones alérgicas, a veces muy intensas, que incluyen hinchazón de los labios, la lengua y la garganta, fiebre y sibilancias.
Concentración baja de sodio en la sangre. Puede provocar debilidad, vómitos y calambres.
Agitación, confusión o depresión.
Alteraciones del gusto.
Problemas visuales, como visión borrosa.
Sensación repentina de respiración dificultosa (broncoespasmo).
Sequedad de boca.
Inflamación del interior de la boca.
Infección denominada “candidiasis” que puede afectar al intestino y que está provocada por un hongo.
Problemas de hígado, como ictericia, que pueden causar color amarillo de la piel, orina oscura y cansancio.
Caída del cabello (alopecia).
Erupción en la piel con la exposición a la luz solar.
Dolor articular (artralgias) o dolor muscular (mialgias).
Problemas graves de riñón (nefritis intersticial).
Aumento de la sudoración.