El color de nuestras encías puede variar dependiendo de la salud no sólo de la boca, sino también de la de todo el cuerpo. Es por eso por lo que debemos prestarles una especial atención y actuar de forma rápida si observamos cambios en ellas.
¿Cómo sé que mis encías están sanas?
Hay varios aspectos que podemos tener en cuenta para saber si una encía está sana o no. Y uno de ellos es el color. El color de unas encías sanas puede variar de unas personas a otras existiendo una amplía gama de tonalidades diferentes. Los más típicos son los tonos rosados o corales. Unos más claros que otros.
Si observamos cambios en su coloración o textura, es momento de acudir a nuestro odontólogo para comprobar si nuestra boca está sana
Sin embargo, existen una serie de señales que nos pueden indicar que algo no está bien. Además del sangrado o las molestias, colores como el blanco o el rojo, y los tonos grisáceos, pueden ser señales de alarma de que algo no está funcionando. Debemos tener en cuenta que podemos estar hablando de enfermedades como la periodontitis, que requieren de un tratamiento inmediato para controlarla y mantener nuestra boca sana.
Cómo tener unas encías sanas
- Unas encías sanas se logran gracias a una higiene bucodental completa. Esto se consigue con un buen cepillado durante al menos dos minutos, que incluya la lengua, después de cada comida. También debemos usar el hilo dental y es recomendable terminar con un colutorio. Todo esto siempre tiene que ir unido a unos buenos hábitos alimentarios y evitar tóxicos como el alcohol o el tabaco.
- La prevención es clave. Por ello, hay que acudir a revisiones y limpiezas periódicas.