El objetivo principal de los métodos anticonceptivos hormonales es el control de la fertilidad, sin embargo, también se usan para tratar periodos menstruales irregulares y la endometriosis.
Es importante destacar que, aunque estos métodos impiden la ovulación, no protegen del riesgo de padecer enfermedades de transmisión sexual (ETS).
En este sentido, dentro de los anticonceptivos hormonales en pastilla se encuentran: la píldora y la minipíldora.
La primera contiene distintas dosis de estrógeno y progestágeno y funciona impidiendo la ovulación. Por lo general, la mayoría de estas, según destaca Solanye Navas, ginecóloga del Hospital Quirónsalud de Murcia, ''se toman durante 21 días. A ello le sigue un descanso de siete días antes del próximo tratamiento de 21 días con el siguiente ciclo de pastillas hormonales. Tendrás pérdida de sangre cuando dejes de tomar las tabletas, lo que se conoce como sangrado de retiro''.
El objetivo principal de los métodos anticonceptivos hormonales es el control de la fertilidad, sin embargo, también se usan para tratar periodos menstruales irregulares y la endometriosis
Su eficacia es muy alta, pero para ello debe tomarse todos los días, sin olvidos ni retrasos en la toma diaria.
Por otro lado, la minipíldora de progestágeno también impide la evolución y bloquea la llegada del espermatozoide al óvulo. Esta, a diferencia de la primera, debe tomarse cada día, sin descansos entre un envase y el siguiente. La eficacia anticonceptiva es alta en cualquier mujer, pero lo es aún más en aquellas que están amamantando, tal y como señalan desde el Servicio Madrileño de Salud.
En ambos casos, los vómitos y la diarrea pueden disminuir su protección, por lo que, si se tiene algunos de estos síntomas, además de consultar al médico, se debe utilizar otro método de barrera eficaz adicional durante las relaciones.
Tanto la píldora como la minipíldora no están recomendadas en los siguientes casos: mujeres con alguna enfermedad hepática grave, con problemas de coagulación, con enfermedades del corazón, con diabetes, con migrañas, con accidente cerebrovascular o diagnosticadas con lupus eritematoso sistémico.
Por todo ello, ''siempre se debe consultar al médico sobre la conveniencia de usar estos métodos (requieren su prescripción) y acudir a las revisiones y controles que se indiquen'', concluyen desde el Servicio Madrileño de Salud.