Los tatuajes tienen tanto defensores como detractores. Si estás pensado en hacerte un tatuaje, es importante que tengas claras ciertas cuestiones relacionadas con la salud y la higiene antes de elegir un diseño, en qué parte del cuerpo vas a hacértelo y quién va a ser la persona encargada de inmortalizar ese dibujo sobre tu piel.
Y es que, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), muchos centros no informan adecuadamente a los usuarios acerca de las implicaciones que puede tener para su salud realizarse un tatuaje, así como de las precauciones y cuidados que deben tomar para evitar problemas.
Se debe aplicar un humectante suave sobre la piel tatuada, varias veces al día; y evitar la exposición al sol de la zona donde se ha realizado el tatuaje
En este sentido, tal y como explican desde Mayo Clinic, entre los múltiples riesgos que conlleva hacerse un tatuaje destacan: reacciones alérgicas, como sarpullido con picazón en la zona del tatuaje; infecciones; otros problemas de la piel, a veces se puede formar una zona de inflamación, llamada granuloma, alrededor de la tinta del tatuaje; y enfermedades transmitidas por la sangre, ya que si el equipo que se utiliza para crear tu tatuaje está contaminado con sangre infectada, puedes contraer varias enfermedades de transmisión sanguínea.
¿CÓMO CUIDAR UN TATUAJE RECIÉN HECHO?
El cuidado del tatuaje depende del tipo y la magnitud, pero existen unos cuidados básicos para todos. Así, en Mayo Clinic señalan que se debe mantener bien limpia la piel tatuada. Para ello, hay que lavar el tatuaje con agua y jabón y, para secarlo, se deben dar toques suaves, sin frotar.
Por otro lado, se debe aplicar un humectante suave sobre la piel tatuada, varias veces al día; y evitar la exposición al sol de la zona donde se ha realizado el tatuaje.
Asimismo, se recomienda no usar ropa ajustada que pueda adherirse al tatuaje y no quitar las costras que este provoca, pues aumentar el riesgo de infección y cicatrices.