La ortodoncia invisible está de moda. Llevar tratamientos que se noten a simple vista se queda quedando anticuado debido a la aparición de aquellos que parece que no están. Se trata de un tipo de aparatos que no se aprecian con facilidad a simple vista desde el exterior, haciendo que el tratamiento sea más estético que los brackets u otros materiales.
Existen dos tipos de ortodoncia invisible:
- Ortodoncia lingual: también se conoce con el nombre de incógnito, aunque es similar que la ortodoncia convencional, salvo por el hecho de que los brackets son menos gruesos y se colocan en la parte posterior de los dientes, de tal manera que no pueden apreciarse desde el exterior. Aunque se puede realizar con materiales estandarizados, lo más frecuente es que los aparatos y los brackets se diseñen a la medida de cada paciente mediante un programa informático en 3D.
- Invisalign: es la última técnica de ortodoncia que ha llegado al mercado y ha supuesto un importante cambio en la planificación y desarrollo de este tipo de tratamientos. Consiste en la fabricación a la medida con materiales plásticos de una férula transparente en cuyo interior se colocan una serie de accesorios para controlar el desplazamiento de los dientes hacia la posición deseada.
Pero, ¿cuál de las dos es mejor? Tal y como explica Sanitas, ambas ortodoncias son efectivas, lo único que les diferencia es el precio.
Ambas técnicas de ortodoncia invisible son igualmente eficaces y se pueden utilizar en cualquier persona, si bien entre ellas cabe señalar algunas diferencias. La más significativa es que la ortodoncia invisible no utiliza ni alambres ni brackets, por lo que se evitan las habituales ulceraciones y las molestias asociadas a este tipo de ortodoncia. Además, se puede quitar para comer y cepillarse los dientes, lo que facilita notablemente el mantenimiento de la higiene bucodental.
También hay que señalar que la ortodoncia lingual, a pesar de que los brackets se diseñan para que sean lo más finos posibles y molesten mínimamente, requiere generalmente un periodo de adaptación que puede oscilar entre los 15 y los 20 días. Este sistema no es removible, pero permite evitar los daños que los aparatos de ortodoncia convencional causan frecuentemente en el esmalte de la parte frontal de los dientes: descalcificación y manchas.
Otra de las diferencias radica en el grado de invisibilidad. Invisalign, al tratarse de una férula en la que se encaja la arcada dental, aún cuando es completamente transparente, puede llegar a apreciarse desde el exterior al incidir la luz sobre ella y producir algún tipo de brillo. Sin embargo, la ortodoncia lingual queda completamente oculta a la vista de otras personas.