Neofobia alimentaria: qué es y cómo tratarla

Los niños tienden a rechazar algunos alimentos por su olor, textura, color, sabor o simplemente por haber presentado una situación negativa anterior durante la ingesta.

Neofobia alimentaria
1 febrero 2022 | 16:00 h
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La neofobia alimentaria es el trastorno restrictivo de la alimentación que se caracteriza por el miedo irracional a probar nuevos alimentos.

Este cuadro habitualmente se presenta en la primera infancia y no se considera patológico durante esta etapa, aunque el problema aparece si este comportamiento se alarga mucho más de los 6-7 años porque puede provocar cuadros de desnutrición si el niño evita sobre todo verduras y frutas. Igualmente, también aparecen situaciones en adultos, pero son casos más infrecuentes.

Los niños tienden a rechazar algunos alimentos por su olor, textura, color, sabor o simplemente por haber presentado una situación negativa anterior durante la ingesta. Es típico que rehúsen la ingestión de alimentos que les hayan producido un trauma al bloquearles la garganta y hayan producido una sintomatología aguda. Esta es la razón por la que no debemos obligarles a comer a la fuerza, porque podemos agravar todavía más la situación y que el niño rechace una lista de alimentos cada vez más extensa.

La neofobia alimentaria no solamente la sufren niños y niñas, sino que se convierte en un quebradero de cabeza para sus padres. Aquí exponemos algunos consejos para lidiar con esta patología:

  • No obligar nunca a comer al niño.
  • No utilizar el soborno o el castigo para que el niño coma. Tampoco hay que obligar a comer a la fuerza porque puede agravar todavía más su aversión.
  • No premiar al niño por comer bien.
  • Preparar los alimentos de una forma atractiva para el niño, mezclando colores, texturas y presentándolos en platos divertidos.
  • Ofrecer raciones pequeñas en un plato grande que permitan la opción de repetir si el niño lo desea.
  • Evitar la distracción durante las comidas. Apagar la televisión, móviles y videojuegos mientras se está en la mesa. Que toda la familia coma junta.
  • No mostrar ansiedad si el niño rechaza la comida. Si no quiere comer, se retira el plato y se levanta al niño de la mesa. No ofrecer ningún alimento hasta la siguiente comida.
  • Respetar los gustos y preferencias del niño de una forma razonable sin evitar que controle el menú diario.
  • No ofrecer alimentos entre horas.
  • Si el niño ha adquirido la capacidad de alimentarse solo, permitir que lo haga y no infantilizarle dándole de comer a la fuerza.
  • Hay niños más lentos a la hora de comer, por eso es necesario respetar su tiempo, pero estableciendo un límite: si en media hora no ha concluido con su plato, retirar y dar por finalizada la comida.
  • Si el niño está enfermo es totalmente normal que presente falta de apetito. Respetar los cuadros de inapetencia en enfermedad aguda.
  • Los niños actúan mayormente por imitación. Comportarse en la mesa de la misma manera que desea que lo haga su hijo.
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