Tener la nariz roja e hinchada es típico en los meses más fríos, cuando la transición brusca entre el calor de nuestras casas y el exterior hace que surja este antiestético problema. Aunque esto es solo parcialmente cierto. De hecho, también puede aparecer en verano y en otros períodos del año.
Vamos a explicarte todo lo que hay que saber sobre la nariz roja y las principales causas de esta imperfección.
ROSÁCEA
El enrojecimiento de la nariz y la rosácea están estrechamente relacionados, ya que la enfermedad afecta a esta zona de la cara, junto con las mejillas, la barbilla y la frente. La rosácea es muy similar al acné y la causa también puede ser hereditaria, así como infecciones continuas, trastornos circulatorios, exposición excesiva al sol o factores relacionados con la ansiedad y el estrés.
CUPEROSIS
La cuperosis es una evolución de la rosácea y se manifiesta como un eritema facial permanente, caracterizado por la aparición de pequeños vasos sanguíneos en las mejillas y la nariz.
Especialmente en invierno, la nariz se enrojece y se hincha por el cambio de temperatura
En invierno, la rosácea empeora debido a los cambios de temperatura. Con el frío y luego el calor, sucede, en efecto, que las paredes capilares se estrechan y luego se dilatan muy rápidamente, provocando rubores y erupciones cutáneas de este tipo.
ALCOHOL
Otra de las causas del enrojecimiento alrededor de la nariz está relacionada con el consumo excesivo de alcohol, ya que éste dilata los vasos sanguíneos de la piel, exponiéndola así a la rosácea, lo que empeorará la situación.
ALERGIAS
La nariz hinchada y dolorida puede estar asociada a una infección debida a una dieta incorrecta o a una alergia. En este caso, es conveniente programar rápidamente una visita con un especialista para conocer la terapia más adecuada para el problema.
TRASTORNOS CIRCULATORIOS
Una nariz siempre fría podría ser un signo de trastornos circulatorios, que a su vez pueden convertirse en la causa subyacente de la rosácea.
OTRAS CAUSAS
El enrojecimiento de la nariz tras una exposición excesiva al sol es más que normal, al igual que una nariz con la piel agrietada durante un resfriado severo o temperaturas bajas prolongadas.