La narcolepsia es untrastorno de sueño de origen neurológico caracterizado por excesiva somnolencia diurna, acompañada en la mayoría de los casos de cataplejías (crisis de hipotonía muscular), según recoge el Instituto del Sueño.
La excesiva somnolencia diurna es el principal problema de estos pacientes y se presenta de forma diaria, aunque no permanente, tanto en situaciones monótonas (leyendo, viendo la TV) como inapropiadas (comiendo, conduciendo). Los episodios pueden durar de minutos a horas, presentándose de forma progresiva o brusca, como ataques de sueño irresistible.
Las crisis de hipotonía muscular también son típicas de la enfermedad y consisten en episodios de descenso brusco del tono muscular, sin pérdida de conciencia, ante emociones fuertes (susto, risa, discusión). Pueden ocurrir en cualquier músculo del cuerpo, a veces de forma imperceptible (discreta sensación de “flojera”), o de mayor intensidad, con caída al suelo. Pueden durar de segundos a minutos.
Las crisis de hipotonía muscular también son típicas de la enfermedad y consisten en episodios de descenso brusco del tono muscular, sin pérdida de conciencia, ante emociones fuertes
Las alucinaciones hipnagógicas/hipnopómpicas suelen ocurrir en la transición sueño-vigilia (al quedarse dormido o al despertarse). El paciente tiene percepciones irreales (auditivas, visuales o táctiles).
También se caracteriza por la parálisis del sueño que es la imposibilidad de mover las extremidades o todo el cuerpo, justo antes de quedarse dormido o al despertarse. Frecuentemente se acompañan de alucinaciones hipnagógicas/hipnopómpicas; y del sueño fragmentado que es cuando el paciente con narcolepsia suele presentar frecuentemente despertares a lo largo de la noche.
También son más frecuentes las parasomnias (pesadillas, sonambulismo, hablar en sueños, episodios de agitación psico-motriz). La fases de sueño REM “movimientos oculares rápidos” aparecen de manera prematura.
A la hora de tratar la enfermedad se tienen en cuenta múltiples factores como la edad, enfermedades asociadas, estilo de vida y repercusión de la somnolencia, así como cataplejías sobre la calidad de vida del paciente.
Es fundamental un horario de sueño regular, evitando el alcohol y los fármacos depresores del sistema nervioso central. Se recomienda el ejercicio físico, aumentar el número de horas de sueño nocturno y realizar siestas cortas programadas durante el día.