Dormir bien es fundamental para tener un buen estado de salud. La cantidad de horas de sueño necesarias varía según la persona y cambia a lo largo del ciclo de vida. ''La mayoría de los adultos, incluyendo los de edad avanzada, necesitan entre 7 y 8 horas de sueño cada noche. Los niños tienen diferentes necesidades de sueño según la edad'', destaca el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de Estados Unidos.
En este sentido, tener un sueño saludable es, además de dormir la cantidad de horas recomendadas, que este sea de calidad. De esta forma, añaden, ''la calidad del descanso y la manera en que su cuerpo funciona al día siguiente dependen del total de horas que duerme y de la duración de las distintas etapas de sueño que usted tiene cada noche''.
En este sentido, según el Instituto del Sueño, la calidad del sueño se puede medir de las siguientes formas: electroencefalografía, electromiografía, presión arterial, movimientos nocturnos, saturación de oxígeno, electrooculografía, variabilidad del ritmo cardiaco, temperatura corporal, latidos del corazón y ronquidos.
Tener un sueño saludable es, además de dormir la cantidad de horas recomendadas, que este sea de calidad
Para interpretar estas medidas, tal y como señala el Instituto del Sueño, se puede seguir los siguientes parámetros de un sueño de calidad según el consenso actual: tiempo total de sueño entre 7 y 8 horas; sueño REM entre 20-25% del tiempo total de sueño; sueño profundo entre 10-20% del tiempo de sueño; dormirse en menos de 15 minutos una vez estamos en la cama; no despertarse durante el sueño, o hacerlo en tiempos muy cortos; aumento de variabilidad del ritmo cardiaco durante la noche; descenso de la frecuencia cardíaca durante la noche comparada con la tomada por la mañana; y ronquidos: pocos o ningunos.
Pero, ¿cómo dormir bien por la noche? Una de las recomendaciones fundamentales es la de acostarse y levantarse siempre a la misma hora, incluso los fines de semana. También, se aconseja que el ambiente donde se duerma sea agradable: sin luz, sin ruidos y con una temperatura cómoda.
Asimismo, deben evitarse las sustancias estimulantes y el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, ya que estos pueden dificultar la calidad del sueño.
Se recomienda, también, hacer ejercicio físico, pero 3 horas antes de dormir para que no interfiera en el sueño; no echarse la siesta, o que esta tenga una duración inferior a media hora; y evitar las comidas copiosas, puesto que pueden dificultar la digestión.