En España, alrededor de un millón de personas padece de hiperhidrosis. Una cifra realmente preocupante, teniendo en cuenta que más de la mitad del territorio español desconoce esta enfermedad, su origen y cómo afrontarla.
En este sentido, la hiperhidrosis es el término médico que se utiliza para referirnos a una producción anormal y excesiva de sudoración y que no está relacionada con la práctica de algún deporte o con el calor.
''Es una patología leve, pero que puede afectar de manera muy importante a la autoestima y calidad de vida de los pacientes que la padecen'', señala el doctor Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral (IDEI).
Según la doctora López Marín, directora del Centro Médico Rusiñol en Madrid, el padecimiento de la hiperhidrosis está relacionado con factores como la tensión nerviosa, la tiroides o la genética. Sin embargo, todavía se desconoce la causa médica exacta de esta enfermedad. No obstante, existen algunas explicaciones del origen de los diferentes tipos de hipersudoración axilar. Como el caso de la hiperhidrosis focal primaria, donde las glándulas sudoríparas se vuelven hiperactivas, produciendo una cantidad excesiva de sudor sin relación con el aumento de la temperatura, y se ve acentuada con el estrés.
Es una patología leve, pero que puede afectar de manera muy importante a la autoestima y calidad de vida de los pacientes que la padecen
''Por otro lado, la hiperhidrosis secundaria se presenta cuando la sudoración excesiva es producto de una enfermedad. Los trastornos que pueden estar relacionados con la hipersudoración son la diabetes, la menopausia, los problemas en las glándulas tiroideas, el nivel bajo de azúcar en la sangre, algunos tipos de cáncer, las infecciones, etc'', señala la directora del centro.
Pero como con todo, la hiperhidrosis también se puede combatir con las técnicas adecuadas. ''En los casos más leves se puede hacer uso de antitranspirantes/antisudorales, que se diferencian de desodorantes habituales en que inhiben la sudoración en vez de camuflar el olor'', comenta Miguel Sánchez Viera.
Otra técnica es el tratamiento con toxina botulínica tipo A. ''Las microinyecciones con toxina botulínica tipo A se emplean para hiperhidrosis en axilas, manos y pies. Antes, el dermatólogo realiza una prueba que permite detectar exactamente dónde están los puntos de la zona a tratar por los que más se suda. Conseguido esto, se realizan las microinfiltraciones que actúan bloqueando de forma temporal las glándulas sudoríparas. Es un tratamiento poco molesto que se aplica en la consulta de forma ambulatoria y que tiene una duración de entre 6-8 meses'', recalca el doctor.
A su vez está el iontoféresis, un tratamiento indicado especialmente para la hiperhidrosis plantar y palmar, por el cual el paciente introduce la zona afectada en un recipiente con agua en la que los electrodos provocan una corriente eléctrica que actúa sobre las glándulas sudoríparas sin dañarlas; y la simpatectomía torácica, que consiste en la extirpación de los ganglios encargados de estimular la producción del sudor en axilas y manos.