El herpes genital es una infección frecuente de transmisión sexual causada por el virus del herpes simple. Existen dos tipos de virus herpes simple; el tipo 1 (VHS-1) y el tipo 2 (VHS-2).
Según el Ministerio de Sanidad, el VHS-1 afecta habitualmente labios, nariz y zonas próximas (Herpes labial). En determinadas ocasiones puede afectar la zona genital y anogenital. Por otro lado, el VHS-2 causa infección principalmente en la zona genital y anogenital (herpes genital) y es muy raro que cause herpes labial.
La mayoría de las personas infectadas con el virus del herpes simple no saben que lo tienen porque no presentan síntomas, o porque estos son muy leves. ''Cuando se presentan, los síntomas pueden aparecer entre dos y doce días después de la exposición al virus'', destacan desde Mayo Clinic.
La mayoría de las personas infectadas con el virus del herpes simple no saben que lo tienen porque no presentan síntomas, o porque estos son muy leves
En este sentido, los síntomas más frecuentes del herpes genital son: dolor y sensibilidad en la zona genital, úlceras en la región genital o anal, dolor al orinar, fiebre, malestar general e inflamación de ganglios.
''La infección genital por herpes la diagnostica a menudo clínicamente un profesional de la salud adecuadamente capacitado por medio de la exploración física. Sin embargo, se necesitan pruebas de laboratorio para diferenciar el VHS-1 del VHS-2. Cuando no hay vesículas, pueden ser necesarias también pruebas de confirmación de laboratorio para descartar otras causas de úlceras genitales. Se han producido avances importantes en los métodos diagnósticos del VHS-2 como el empleo de pruebas diagnósticas moleculares rápidas'', detallan desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En cuanto al tratamiento, según la OMS, los fármacos antivirales son la medicación más eficaz de que disponemos para tratar a las personas con infección genital por herpes. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la gravedad y la frecuencia de los síntomas pero no permiten curar la infección. Tanto la infección por el VHS-1 como la del VHS-2 persisten durante toda la vida.