La fiebre amarilla es una infección viral que transmite un tipo particular de mosquito. La infección es más frecuente en zonas de África y Sudamérica, y afecta a los viajeros y residentes de dichas zonas.
Durante los primeros tres a seis días después de haber contraído fiebre amarilla, el período de incubación, no experimentarás ningún signo ni síntoma. Después de este período, la infección entra en una fase aguda y luego, en algunos casos, en una fase tóxica que puede poner en riesgo la vida.
Fase aguda. Una vez que la infección entra en la fase aguda, es posible que experimentes los siguientes signos y síntomas:
Fiebre
Dolores musculares, especialmente en la espalda y las rodillas
Sensibilidad a la luz
Náuseas, vómitos o ambos
Pérdida del apetito
Ojos, cara o lengua rojos
Fase tóxica. Aunque los signos y los síntomas pueden desaparecer por uno o dos días después de la fase aguda, algunas personas con fiebre amarilla aguda entran luego en una fase tóxica. Durante la fase tóxica, los signos y los síntomas regresan y aparecen otros mucho más graves que ponen en riesgo la vida. Estos pueden incluir lo siguiente:
Color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia)
Dolor abdominal y vómitos, a veces de sangre
Disminución de la orina
Sangrado de nariz, boca y ojos
Insuficiencia hepática y renal
Disfunciones cerebrales, como delirio, convulsiones y coma