La alcachofa es una hortaliza tan sabrosa como polivalente. Entre sus hojas se esconde todo un tesoro de vitaminas, minerales y antioxidantes. Un regalo para nuestra salud considerado desde siempre como un aliado para nuestro organismo.
Y es que, durante la época invernal podemos disfrutar de una extensa variedad de frutas, hortalizas y verduras de temporada. La alcachofa es una de ellas: un alimento sano, sabroso e imprescindible en cualquier dieta.
Sus propiedades son numerosas, ya que la alcachofa es ideal para proteger el hígado y reducir los niveles de colesterol en la sangre. Y además de tener un agradable sabor, es fuente de vitaminas y un perfecto diurético. La alcachofa es ideal para tratar enfermedades como el ácido úrico, el reuma y los problemas de cálculos en la vesícula biliar
La alcachofa es una de ellas: un alimento sano, sabroso e imprescindible en cualquier dieta
Así, fritas, a la plancha, en un revuelto, al horno, o en un guisado por ejemplo, la alcachofa es un vegetal que ofrece numerosas oportunidades a la hora de ser cocinado, además de numerosos nutrientes al ser consumido ya que tiene un gran poder diurético.
Tras el agua, el componente mayoritario de las alcachofas son los hidratos de carbono, entre los que destaca la inulina y la fibra. Los minerales mayoritarios son el potasio, el fósforo, el hierro y el potasio; y entre las vitaminas destaca la presencia de tiamina, de vitamina B y de vitamina C.
Además, por sus maravillosas propiedades digestivas, es ideal para tratar enfermedades como el ácido úrico, el reuma y los problemas de cálculos en la vesícula biliar. La alcachofa también reduce los triglicéridos en sangre, por lo cual se hace realmente valiosa para combatir el colesterol: reduce el malo y aumenta el HDL, el considerado como bueno, y nos ayuda a regular el estreñimiento y las diarreas.